El 11 de abril, la Casa Árabe de Madrid presentó el libro "Señales del cuerpo" de la poeta Maram al-Masri (Latakia, Siria, 1962). Sobre el trabajo literario de al-Masri, su compatriota el gran poeta Adonis ha dicho:
«Dos cosas me atan a la escritura de Maram al-Masri: la primera reside en que da una nueva forma lingüística a su feminidad, vivida e imaginada, en su perceptible pureza original, y que en esferas de palabras, sentimientos e impresiones, se desliza a rienda suelta, desbocada, por los laberintos del sexo. La segunda es que todo lo anterior lo traduce con una escritura como si surgiera antes que el arte, como si fuera un mero informe o un proyecto, como si la escritura fuera una cuestión orgánica y no técnica. Lo traduce con la pasión de un estilo cotidiano, sencillo, cálido, incontenible, que a punto está de chocar con su cuerpo, pero que casi se detiene al borde del lenguaje».
Maram Al-Masri se trasladó a París en 1982, después de estudiar literatura inglesa en Damasco. Además de algunos cuentos y numerosos poemas aparecidos en revistas y en varias antologías, ha publicado Te amenazo con una paloma blanca y Cereza roja sobre losas blancas, por la que obtuvo el Premio Adonis del Foro Cultural Libanés a la mejor creación árabe en 1998.
Señal 8
el llano abrupto trillado
salvaje apacible desabrido
doble
único
camino que conduce
hacia lo frondoso
hacia lo umbrío
hacia lo ligero
hacia la fuente
hacia el volcán
camino de columnas elevadas
y altos árboles
águila de un único ojo
y una sola boca
que oye huele
bebe traga
que mana
aguas violentas y frescas
en blanca cascada
camino que lleva
hasta una aldea apartada
que aún conserva
el olor de la hierba
y de las plantas húmedas
el olor de la leña
y la hojarasca del nogal
donde danzan los caballos
con ropas de seda
y el aire de la música
el surtidor de una casa damascena
un estandarte alzado
hasta la tristeza
hasta la dicha
hasta lo innombrable.
(de Señales del cuerpo)
salvaje apacible desabrido
doble
único
camino que conduce
hacia lo frondoso
hacia lo umbrío
hacia lo ligero
hacia la fuente
hacia el volcán
camino de columnas elevadas
y altos árboles
águila de un único ojo
y una sola boca
que oye huele
bebe traga
que mana
aguas violentas y frescas
en blanca cascada
camino que lleva
hasta una aldea apartada
que aún conserva
el olor de la hierba
y de las plantas húmedas
el olor de la leña
y la hojarasca del nogal
donde danzan los caballos
con ropas de seda
y el aire de la música
el surtidor de una casa damascena
un estandarte alzado
hasta la tristeza
hasta la dicha
hasta lo innombrable.
(de Señales del cuerpo)
Literatura. Poesía. Maram al Masri. Señales del cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario