domingo, 11 de enero de 2009

Rostros sobre la pared

Están vivos desde siempre y te miran.

Siluetas que se alargan y se esconden como si dudaran de tu presencia o supieran demasiado de ti. ¿Los ves ahora? Están en calma como la furia del océano que te habita. Y tienen los gestos serenos de quien espera que el mundo comience una vez más.

Te han vuelto a sorprender ahora: secretos dibujados por azar o milagros como secretos en tus ojos. ¿Los escuchas? Están respirando batallas, tal vez encuentros clandestinos con la historia después de haberla negado alguna vez y para siempre.

¿Están en ti o fuera de ti?

Sólo atinas a perseguir esa legión de siluetas que invade ahora las paredes de tu baño y que crece sin límites posibles hacia el resto de la casa. ¿Las dejarás ahí, tranquilas?

Sí las dejarás. Apagarás la luz como si fuera un templo con sus vivos y sus muertos.
Ni vencedor ni vencido, te acostarás. Entrarás en el sueño como en una pared. Esos rostros te perseguirán toda la noche. Y en la mañana, al despertar, no los verás ya más frente a ti como extraños, sobre las paredes de tu casa.

Tú estarás entre ellos.

(De "Microclimas")

1 comentario:

Unknown dijo...

Te felicito, poeta, por esta tentativa de belleza y verdad. Desde hoy me declaro fiel seguidor de tus "Noticias del interior".

P.R.