lunes, 31 de agosto de 2009

ESPAÑA: SIETE RUTAS DE LA NUEVA POESÍA

Su visión del mundo oscila entre la libertad y la reclusión, entre la pálida esperanza y el escepticismo potente: son hijos de la tierra plana, del mar que habita el centro de los continentes y el centro de los océanos. He aquí las siete rutas planteadas por el suplemento Babelia del diario El País, para la poesía escrita en España en estos últimos años. Todas estas voces están atravesadas por un rayo global o por una ola que nos lleva hacia algún lugar que está en este mundo o mucho más afuera.


SIETE RUTAS DE LA NUEVA POESÍA

Desde los aspectos más duros y sombríos de la realidad hasta las tecnologías emergentes se hacen versos experimentales y clásicos a través de autores que buscan renovar la poesía: Vukusic, Fanjul, Clark, Martínez, Marqués, Moreno y De Ory

Manuel Rico

La diversidad estética y temática de la poesía más reciente tiene, también, un reflejo plural en el uso de cauces innovadores, impensables hace sólo una década. Internet, el blog, las redes sociales, las revistas digitales y los libros electrónicos son realidades emergentes que están ofreciendo oportunidades diversas para que sus autores se den a conocer. Sin embargo, ese nuevo ecosistema, pese a las más apocalípticas teorías post, afecta poco a la materia poesía. Y a su edición en papel. Es más: no hay poeta joven, que, pese a mostrar su obra en la red y casi en tiempo real, no aspire a ver su libro editado. Es como si en ello se albergara la legitimidad literaria. Sus referentes siguen siendo nuestros clásicos, los poetas españoles del 27 o del 50, Machado o Juan Ramón, los poetas anglosajones (incluyendo a Bukowski o a Carver) y europeos, sin desdeñar, en algunos casos, los más experimentales del pasado siglo: es decir, los mismos referentes que marcaron a anteriores generaciones, algo que se pone de relieve con sólo revisar las últimas novedades en los anaqueles de las librerías. O leyendo alguno de los siete libros que hemos seleccionado como muestra de la evolución de la poesía más joven. Se trata de libros escritos, con dos excepciones, por poetas nacidos a partir de 1977, es decir, familiarizados, desde la adolescencia, con Internet y el mundo digital, con blog abierto la mayoría. Sus libros no hablan de la quiebra del poema y del poemario convencional, sino más bien de lo contrario.


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UNA BREVE MUESTRA


Déborah Vukusic (Ourense, 1979).

cuento cuentos
me cuento cuentos a mí misma
cada noche
para recordarme la ilusión que perdí
los niños quieren que les lean el mismo cuento
una y otra vez
se lo aprenden de memoria
y cuando los padres se equivocan
o se saltan algún párrafo
para agilizarles el sueno
los recriminan y piden que vuelvan atrás
así se cambian los roles
y son los niños
quienes dicen a los padres
lo que deben hacer o decir

cuento cuentos
me cuento el mismo cuento cada noche
para decirle al futuro
cómo tiene que ser

Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980).
OTROS DEMONIOS

He aquí la mano trémula del insomne,
la que trata de abarcar la vida, romper el muro, saltar la valla,
cavar el túnel que escapa horadando la tierra y sale a la luz
si es que esa luz existe. He aquí el hombre asustado,
su verbo indeciso, la voluntad endeble, el inútil timonel
de un barco a la deriva que es un hombre, que encalla
en cada playa atraído, ebrio, por los cantos de sirena.
Y por favor que haya esa luz, que exista y sea cálida,
que ilumine al menos el final del camino,
la meta extraña, el muro, la llegada
después del hambre y la sed,
el puerto donde atracamos para olvidar el sudor,
que nos digan cuándo vamos a llegar,
si es que llegamos algún día
y es tal y como creíamos


Ben Clark (Ibiza, 1984).
«HOMO SPAINS SPAINS»

Hasta aquí hemos llegado, sin apenas ayuda.
Sabemos quiénes somos, y ésta es nuestra ventaja.
No vivimos de sueños ni de lo que hemos sido
(a pesar de haber sido más de lo que seremos).
Nuestra es la poesía si así lo convenimos,
y todos los derechos que envuelven los deberes
de aquellos que aceptamos. Sabemos protegernos.
Y si nos interrogan por Alá o por el Sabbath,
por las verjas de Ceuta, por las fosas comunes,
pensarán que evitamos darles una respuesta.
Pero esto no es silencio sino lo que buscaban:
todos nuestros motivos, todo nuestro legado,
un erial temerosos, un orgullo sin letra.



Francisco José Martínez Morán (Madrid, 1981).

ESPEJOS

Los espejos son todo.
Salvo ellos mismos, todo.


EL AUTORRETRATO DE ESCHER

Al fondo de la sala un hombre observa
su propia intrascendencia, contenida
en un pequeño punto de cristal.

Toda la habitación, en perspectiva,
encaja en la pupila de la mano:
apenas unas sillas, una mesa,
los libros de un estante polvoriento.

La luz ya no ilumina como entonces.

Amasijo de vidrio y soledad,
la esfera es su reflejo en la derrota.

La blanca certidumbre del silencio.


Juan Marqués (Zaragoza, 1980).
NOCTURNO (UN PRÓLOGO)

DETRÁS de tres de cada cuatro puertas
habita el sufrimiento
mientras sobre la noche reina
media rodaja de limbo.

Siempre ha sido así
y así lo será siempre.

Ven a dormir conmigo.

Voy a cantarte un cuento.


Javier Moreno (Murcia, 1972).

De gran dureza, el diamante se caracteriza -paradójicamente- por una extrema fragilidad. Un leve golpe, la torpeza de un engastador provocará su rotura en fragmentos incontables
A una temperatura de 900º en atmósfera de oxígeno el diamante se quema poco a poco y, como cualquier animal vivo, produce dióxido de carbono. A 1000º C, en atmósfera inerte, el diamante se transforma lentamente en grafito, y entre 1700-1800º C la velocidad de transformación es muy rápida
El grafito es un blando y negro material usado habitualmente en la mina de los lápices, es decir
la posibilidad infinita
ante la página en blanco
Enorme dificultad implica el proceso inverso. Se invocan
extremas condiciones de presión y temperatura. La caída de un meteorito, por ejemplo
Se han logrado resultados satisfactorios en laboratorios donde es posible producir diamantes sintéticos usando carbono
Extremadamente novedosa resulta la posibilidad de fabricar diamantes a partir de las cenizas de los difuntos


Camilo de Ory (Segovia, 1970).
HE SIDO UNO DE ELLOS

Yo los miro jugar con el respeto
absurdo con que todos los adultos
contemplamos los juegos de los niños.
En la risa inocente
de los niños
late el presagio de lo inevitable.
Creceran hasta ser algo peor.
Lo llevan en la sangre y es probable
que la letra no llegue a entrarles nunca.

He sido uno de ellos. Los conozco.
Se que muchos aceptan cigarrillos.
Algunos no controlan sus esfinteres
y todos se declaran insolventes.
Lo logico seria sentir miedo:
yo nunca les dirijo la palabra.


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