miércoles, 5 de agosto de 2009

GLENN GOULD 1964

Vuela la noche sin moverse de su sitio y te descubre en cualquier calle lejana que te regresa aquí o allá, es lo mismo: el tiempo camina para atrás como esperando alcanzarse, los cuadros caen al suelo para sentir el movimiento de la tierra, están vivos como tus ojos y tu sangre. Disturbios en la pared, no son luces que estallan, son ecos que llegan a ti para pronunciar tu nombre y olvidarlo.


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