Pedro Granados (Lima, 1955) ha publicado una antología de sus poemas escritos entre 2003 y 2009 bajo el título “Soledad Impura". Dividido en cuatro partes, el libro transita el encuentro inevitable con la muerte –principio y fin del ser-, la presencia del amor como constatación de la vida, el viaje hacia uno mismo y hacia el mundo, así como el regreso a la poesía como único hogar del poeta, como auténtica patria de la que nunca se fue. Y, además de la que nunca podrá irse.
Desde el inicio, Granados nos habla sin medias tintas, apuntando al blanco y dándonos en el centro del pecho. Su narrativa y sus reflexiones se valen de las ideas como vehículo de contención y de la emoción como una puerta abierta para la sensibilidad, sin límites (quien pueda sentir, que sienta). Un tajo de verdad, de autenticidad, de sinceridad en el punto vital de este reino de las apariencias y de los estados unidos virtuales.
No hay nada político en lo que dice, pero todo es político. Como los herméticos italianos se vale de la poesía para denunciar, pero se asienta más allá de lo panfletario, en la esencia de la poesía, en ese lugar que trasciende épocas como un río perpetuo, y que va recorriendo las diversas realidades históricas a través de un hilo conductor: custodiar la belleza-verdad, cuya peculiaridad es cambiar siempre de rostro: somos uno siempre, y esta es la razón por la que podemos realmente ser todos.
En la primera parte “De nuevo a casa”, hay un poema notable el número 3 (A Germán, i.m.). Me tomo la libertad, de citar un fragmento:
“Estás muerto. Muertísimo.
Hecho todo un cadáver
No lo niegues.
Muertos tus recuerdos.
Muerto el amor
desde hace mucho tiempo.
Mano que se abre
y exhibe las entrañas.
Mano que se cierra
y escribe,
Has dosificado las palabras.
Pero tu corazón gira
sobre la estepa. Va dando tumbos.
Pero ahora es solo la muerte.
Te llamo porque me muero.
Te digo adiós para siempre.
Juntos y disciplinados
todos. Calzados incómodamente
para esta nueva civilización.
Te llamo desde una ventana.
El Perú ha sido una trampa.
Trampa para los afectos,
para dejar la lengua
a la intemperie.”
En la nota de prensa que nos invita a la presentación del libro, el poeta Julio Heredia señala sobre Pedro Granados, lo siguiente: “Desde que publicará en 1978 su primer poemario, “Sin motivo aparente”, no ha dejado de producir guiado por una ética de la justicia y una vocación innata por explorar las entrañas de la palabra. “Soledad Impura” es su más reciente aventura literaria y el décimo libro de poesía que publica. Se trata, una vez más, de constatar la realidad mediante la inasible palabra. Nombrar las cosas y el acontecer es aquí otorgarles unas alas que llevan más allá de lo tangible”.
El libro será presentado este miércoles 1ero. de julio a las 7.30 pm en la sala Lumières de la Alianza Francesa por el crítico y escritor Juan Carlos Mústiga y por el poeta Julio Heredia, quien oficia además de anfitrión.
Granados ha publicado anteriormente los poemarios Juego de manos (1984); Vía expresa (1986); El muro de las memorias (1989); El fuego que no es el sol (1993); El corazón y la escritura (1996); Lo penúltimo (1998); Desde el más allá (2002) y, virtualmente, Al filo del reglamento.
La cita es pues este miércoles 1ero. en la Alianza Francesa de la Av. Arequipa 4595, Miraflores. Todos están invitados. La entrada es libre.
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