Llega a mis manos el número seis de la revista Dedo Crítico de noviembre de 1999. Abro la publicación al azar y me encuentro con una selección de haikus hecha por el propio José Watanabe Varas (Trujillo 1945-Lima 2007), el guardián del hielo, quien era
-como él mismo lo decía- "testigo de lo transitorio", y cuyo papel -según lo reveló también metafóricamente- consistía en "cuidar el hielo, cuidar lo transitorio, lo fugaz, los signos que huyen". Pues, "lo hermoso de todo eso es que ves que todo huye, todo fuga, que hay que amar más rápido, que hay finitud y sin embargo escribes, rescatas algo de todo eso, lo conviertes en un poema".
SELECCIÓN DE HAIKUS
Incluso al día siguiente
de la tormenta
los pimientos son rojos.
Matsuo Bashoo
Silencio.
La voz de la cigarra
penetra las rocas.
Bashoo
Noche marina:
la voz del pato
es vagamente blanca.
Bashoo
Un viejo estanque.
Al zambullirse una rana,
sólo el ruido del agua.
Bashoo
Voy a salir.
Disfruten del amor
moscas de mi casa.
Kbayashi Issa
Cayó bocarriba
la cigarra del otoño,
y sigue cantando.
Issa
No pises este lugar,
ayer por la tarde
había luciérnagas.
Issa
La lluvia del invierno
nos muestra lo que hay ante nuestros ojos
como si perteneciera al pasado.
Buson
Pienso: las flores caídas
retornan a sus ramas,
pero no, son mariposas.
Moritake
Fue un sueño tan bueno...
Dijeron
que me lo había inventado.
Takuchi
Después de desaparecer la mariposa,
mi espíritu
volvió a mí.
Wafú
1 comentario:
excelentes haikus...
y las imagenes que le acompañan son buenisimas... a ver si me las envias al correo... con su respectivo nombre
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