miércoles, 10 de octubre de 2012

“Lumbra” de Benggi Bedoya se presenta este viernes 12 en San Marcos



Este viernes 12 de octubre, a las seis y treinta de la tarde en el auditorio principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Benggi Mireelli Bedoya Rosales (Chimbote, Perú 1986), presenta su primer poemario, Lumbra, editado por el sello (Paracaídas / Editores.

Bachiller en Literatura por la UNMSM, Bedoya Rosales ha participado en diversos eventos culturales, académicos y artísticos, tanto en Lima como en provincias. Ha sido antologada en La orgía inmóvil 15 poetas. Muestra de la poesía joven en Ancash. Desde abril de 2010, coordina el ciclo de Recitales Ese puerto existe.

Lumbra será presentado por Denisse Vega Farfán, Hildebrando Pérez Grande y Dante Ramírez La Torre. Todos estamos invitados a esta celebración de la palabra.


POEMAS DE LUMBRA


CREACIÓN

Edificamos nuestras hambres
Sobre la piedra fatigada del
Mito, siguiendo la promesa
De un fuego sagrado.
El lenguaje
Que traigo ha quemado ya las urnas;
Y una sombra que flota sobre el río
Me observa, enamorada, sin recordarme.


DAFNE (O CONTRA LA POÉTICA DEL CUERPO)

No querías conocer el himeneo.
Te rebelaste contra un destino entretejido
Por aquel dios que hiere de tan cerca,
La flecha de plomo se sumergió en tu corazón
Para no ver, para no dormir, para que intuyas
La amenaza de todo aquel que viste de hombre.
Amaste la naturaleza. Y tu gran belleza
Fue la comunión entre raíz, hoja, rama, aire.
¿Y tus plegarias fueron atendidas? Pero en la lucha
No cediste a las celestes señas
Del caprichoso dios.

De todas las mujeres
Dafne, fuiste el laurel abominable,
Pura como el agua que mi sed ignora.


DÉDALO

Dicen que el hombre más inteligente
Conoció, también, la envidia.
Del revés de su mano nació
El ave que anida en setos y evita las alturas.
Dicen que edificó un antiguo y colosal
Laberinto del cual nadie podía salir.
Para escapar de la isla batió
Sus alas y sus pies se elevaron.
Pero, desde el principio,
Estuvo condenado.

Artesano, ocultaste también
Su corazón en ese mismo dédalo.


ÍCARO


La caída del sol iba encendiendo una
Fundición gigantesca entre las nubes del poniente.
Ernesto Sábato.

Tapar el sol con un dedo
Para que tus alas no sean incendio,
Acaso viento fundiéndose en el viento.
Pero una antigua imprudencia
Hizo memoria hasta dar con tu muerte,
Ascendencia con prótesis de ave,
Ungüento adherido para el conocimiento
De huesos cansados. Uno a uno, fueron uniendo
Las plumas con cabellos, y cera para el armazón.
Prolongación del padre fueron tus alas,
El lento sol suavizó tus mejillas
Lustró, también, tu corazón,
Descendencia,
Precipitación, caída,
Ícaro, 21 gramos,
El silencio se hundió en tu libertad.

No hay comentarios: