jueves, 31 de diciembre de 2009

Marita Troiano: un corazón en dialogo perpetuo con el fuego


Me sostengo de un verso de su primer libro, Mortal in Puribus, publicado en 1996, para nombrar brevemente la poesía de Marita Troiano . Una poesía iluminada y sostenida por una fuerza interior que cuestiona el mundo exterior, que reconoce y desmiente, que nace y renace en cada acontecimiento. Fuerza que va al encuentro del ser humano en su esencia y su origen, pero también en su condición circunstancial impuesta por el tiempo y lo mudable.

Marita Troiano nació en Chincha Alta (en Ica, Perú) en 1953 y es Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es directora del sello editorial Carpe Diem y directora de la Comisión de Escritoras del PEN CLUB INTERNACIONAL DEL PERÚ.

Ha publicado Mortal in Puribus (1996 y 1997), Poemas urbanos (1998), Extrasístole (1999), La Noche Anterior (2000), Secreto a veces (2003), La Historia según la Poesía (2005) y Ad Limitum. Antología poética (1996-2006). A continuación les presentamos dos poemas inéditos.



De cómo se reestructura el cosmos

(y de paso, se echa a perder una cosecha de duraznos)

                                                          A Martha Cruz y Felipe Yanéz



Por un amor de poca certidumbre
De esos que abundan en la historia mundial de los amores
¡Reestructuré el Cosmos!

Ya no fue cóncavo o convexo
Ni abajo verde ni azul arriba
Con bosques o estrellas rutilantes
Algodonadas nubes y rubíes de Birmania en los crepúsculos

Por un amor de clepsidra y agua fuerte lo cambié todo :
Arte esencia resumen suma
La rugosa estructura de las nueces
Lo negro del carbón el blanco de la nieve
Hice inmóvil al río   los sacrificios útiles
Redonda a la raíz cuadrada
Y un cuadrado fue desde entonces
la bola de cristal de adivinanzas

Sin enigma fue el gesto de Gioconda
Hubo grillos croando   cerdos que vuelan
Días de sol noches
La fauna del mar   galope en llamas
El futuro vuelta atrás   El eco fue un seudópodo
Y el sirocco   una albúmina enjaulada

¡Por ti lo cambié todo!
Expedita en el desmán
Sin prevención y audaz para que tú me amaras
Para que tú me amaras torné a las piedras agua
Al agua la hice viento y el viento era tu voz que no llegaba
Así   desesperada borré del diccionario las palabras
Y en consternado trance mezclé la maldición y el salmo
tramoya y escenario   comedia y drama   guillotina y almohada

¡No erró un tiro mi escopeta!
Acerté con mi dolor de puño y letra y…
fue la esfinge sin secreto   y el secreto era sin magia
Es más   exagerando el hecho   mientras liaba el canto de los gallos
a un eclipse cancelé nodos y equinoccios al sembrar poncianas
en la Antártida
Desde entonces no hubo más nodos ni equinoccios
ni siega ni miopes ni casas ni pesca
ni dry martinis en Manhattan
Envejecí tanto convirtiendo en tucanes a las garzas
al péndulo en frijoles a la rosa en espada
y a Uberlandia en el Niágara que la verdad…
            la verdad... es que estaba muy cansada
Con ademán de muerta y un halo demencial en la mirada

Y todo por conseguir un incremento de apenas tres por ciento
en el salario pobre diablo de tu amor
Pero… ¡mala fortuna! ¡malandanza!
Al parecer jamás supiste mis hazañas
No diste fe de nada   y al contrario,
duplicaste mi exilio
Subrayaste castigo

Marcaste más distancia

¿En qué estabas pensando cuando yo...?



                                                En este tiempo nuevo
                          algunos memoriosos dicen que la bóveda era azul
                            el canario amarillo y el pan con migas blancas
                                                 Que hubo una vez
                                               Que había una semana
                                            Y días lunes   buenos días
                                olas   alas   hilos   husos   asas   osos   vasos
                                   besos   buzos   bonzos   corsos   versos

                                           Que así era todo antes dicen
                             Antes que por amor yo reestructure el cosmos
                y de paso   eche a perder una cosecha de duraznos ya anunciada

                                                                                                           ¡Lo siento tanto!

                                                                 ¿Cómo pude olvidar que al conocernos
                                                          dijiste que la compota de duraznos te encantaba?



Sin comentarios


En otro tiempo
soñaba ser de aire
de espuma seca
vestida de arena de tormentas
bañada de mar que estaba lejos
Y en rara sensación de zarabanda
creía ser luz de luna de Paita
dueña del secular sol de Venecia

Después
En orfandad de puntos cardinales
soñaba con la sangre de tu nombre
y avivaba tu voz en letras góticas
Tu cuerpo lo soñaba hecho de aire
de espuma seca
bañado de mar que estaba lejos
vestido de arena de tormentas

Pero por más que me esforzaba
No te creí jamás luz de luna de Paita
ni asomo de un rayo del sol de Venecia.



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