sábado, 28 de marzo de 2009
CONTRASEÑAS
Origen de una palabra
Una palabra nos remite, a la vez, al pasado y al futuro. Al pasado, porque antes de existir esa palabra, alguien tuvo que participar de un hecho y al hacerlo descubrió una determinada forma de expresarlo. Y al futuro, pues no obstante el acto previo que determinó el nacimiento de una palabra, esta también designa un acontecimiento que aún no ha ocurrido.
A pesar de carecer de un tiempo definido, la palabra sirve para definir un tiempo. Y el presente nos hace responsables de algo que no hemos cometido.
Apéndice
Nada ha sido escrito sin volver una vez más a la escena del crimen.
Pensar
Una catarsis razonable: cruzarnos de brazos, mientras el mundo se desangra y mancha la limpieza de nuestros más sucios pensamientos.
El mito en venta
Cuando el mito histórico expira, empieza entonces el comercio del mito. Allí están el saqueo y el tráfico ilegal de piezas arqueológicas. No es el contenido lo que está en juego, sino tan solo la apariencia, el valor real y prosaico de un objeto al que se ha despojado de aquello que sirvió para crearlo.
Un reo a su custodio
“Si no fuera por el laberinto, Teseo y el Minotauro hubieran sido amigos”.
Consejo de Descartes
Ejercitar las emociones, para que cuando lleguen las recibamos sin emoción alguna.
Desigualdades
La terca pretensión de ser distintos nos separa de los demás, pues en el fondo de lo que se trata es de ser iguales. Y en verdad somos iguales: desde el joven rebelde, hasta el más terrible usurero. La igualdad radica en que ambos son hombres. Lo que sucede es que aún no nos ponemos de acuerdo en lo que esa palabra significa. Si nos pusiéramos de acuerdo y decidiéramos realmente actuar como hombres, entonces dejaríamos de intentar ser distintos. El hombre sólo quería ser hombre.
Esencia
Aquello de lo que nunca debemos huir, porque nos hace libres.
Epígono
El silencio es un grito disfrazado.
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