El blog Sol Negro que dirige nuestro amigo el poeta Paul Guillén publica textos del vate finés Gösta Ägren (Nykarleby 1936), traducidos de manera impecable por el escritor peruano Renato Sandoval Bacigalupo (1957). A través de estos poemas aparecen ante nosotros dos figuras esenciales del pensamiento del siglo XX: Ludwig Wittgenstein y Martin Heidegger, en una sucesión intensa de ideas e imágenes que sólo la poesía es capaz de revelar.
Martin Heidegger
Solo, como un jefe pagano
y oficiante, examinaba
cada palabra como se examina
un detalle en la penumbra bajo
la totalidad, pero las palabras seguían
siendo palabras. Ni en los discursos
del dictador escuchó el aullido del chacal.
La raza era un mensaje biológico
de algo desconocido que
lo cotidiano aún no había profanado;
la violencia de la historia una elevada
misión; el pueblo una torpe
danza bajo los solitarios amos
de las palabras. No dudaba
y por eso se hizo
profundo como un niño. Todo
era enorme como una saga
de camino a la conferencia, donde
solo quedaba el ser,
un corazón sin
límites ni rostro.
Ludwig Wittgenstein
El pensamiento se vuelca siempre
hacia adentro y se destruye.
Él lo sabía, pero
usó su desesperación
como método. El caos debe ser ordenado,
aun a costa de
fracasar. ¡Todo,
incluso un fracaso,
puede ser algo más!
El filósofo pagó
el mismo precio que Rimbaud,
que escribió su último poema
primero, luego los otros,
línea tras línea.
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Literatura. Poesía. Gösta Ägren. Renato Sandoval.
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