Intermezzo Tropical presenta mañana jueves 11 la nueva edición ampliada de El libro del Sol y otros poemas, de Josemári Recalde (1973-2000). Los comentarios estarán a cargo de Victoria Guerrero, Luis Fernando Chueca, Alexis Iparraguirre y Róger Santiváñez, quien además ofrecerá un recital poético de su nuevo libro Amaranth que será publicado próximamente por la editorial Amargord de Madrid. La cita es a las ocho de la noche en el Espacio La Culpable, ubicado en Sucre 101, Barranco.
Creo que el libro de Josemári es un descubrimiento constante, una aventura única que -como toda poesía-trasciende al autor.
Una nueva lectura del prólogo de Luis Fernando Chueca es encontrar señales para emprender caminos no recorridos aún y que significan un reto para los críticos y los lectores.
Un reto porque los versos de Recalde lo merecen, porque su búsqueda es auténtica, porque arriesga a cada instante, porque lucha descarnadamente para hallar su voz y en su voz esa armonía que sostiene la existencia.
Como bien señala Chueca al referirse a los últimos poemas del libro estos: son el testimonio de alguien que se reconoce, desde la palabra (“Cuando despertó lo hizo en el poema”), como tránsito hacia la luz (“Y estar acá esta vida siempre errante, de transeúnte o peregrino de paso / por estos lares, sin ser / dueño del mar ni de los farallones, / no, / sino llegar al Sol tan solamente / sobre mi frágil nave / para mirar de nuevo la sonriente vida”).
Un recorrido rápido por el Libro del Sol nos lleva a versos como:
“más allá un mar está cubierto de anémonas, medusas
huyente
una palabra nueva
una palabra tuya.”
O
“Yo para ti no quiero
nada querer
Yo desde ti destruyo
todos los túes.”
O
“Quisiera escribir el poema limpio del mañana,
Josemaría
El personal e inmaculado
Que las risas de los niños imploran,
Que los sentimientos de una mujer modelan con el
paso o la mirada.”
O
“esta estrategia de sobrevivir
por amor de las avenidas
y del mar”.
O
“Ahora habrá que dejar arreciar el cuerpo nomás,
ahora habrá que curtirse todas las entrañas
para que la piel siempre sea,
habrá que iluminarse
a migajones
el rostro
habrá que pedir prestado de las lluvias,
habrá que pedir prestado de la luna,
habrá que pedir prestado del sol.”
Y
“Cuando por primera vez
te desnudé
oh escritura
Y el sonar del grillo.”
Vamos a seguir leyendo a Josemári Recalde Rojas. Lo vimos unas cuantas veces a lo lejos e incluso compartimos uno de los cumpleaños del poeta Luis Fernando Chueca en Magdalena. Creo que lo conocí de alguna forma, en la distancia. En su mirada había paz, eso recuerdo.
Ya hablaremos en otro momento.
Literatura. Poesía. Josemári Recalde Rojas. Libro del Sol y otros poemas. Róger Santiváñez. Amaranth.
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