domingo, 15 de mayo de 2016

LIBRO DE ISAAC GOLDEMBERG EN EDICIÓN BILINGÜE: DIALOGUES WITH MYSELF AND MY OTHERS / DIÁLOGOS CONMIGO Y MIS OTROS






               Cardboard House Press acaba de publicar Dialogues with Myself and My Others / Diálogos conmigo y mis otros, poemario del novelista y poeta peruano Isaac Goldemberg. Precedidos todos los poemas por uno o mas epígrafes, el primer texto, titulado “Prefacio”, explica la intención del libro: “Estos poemas son el diálogo / que ellos sostienen con los epígrafes / y estos epígrafes son el diálogo / que ellos sostienen con los poemas. / Pero sin saberlo”.

Asimismo, los poemas de este libro, muchos de ellos breves, de corte epigramático, son también el diálogo que el poeta sostiene con otros poetas -de épocas diversas- sobre la creación poética y la poesía misma.

En palabras del poeta y crítico argentino Luis Benítez, “Diálogos conmigo y mis otros ofrece la particularidad de referirse a los grandes temas universales con un lenguaje fluidísimo y fácilmente reconocible por el sello personal de Goldemberg, donde campean por sus fueros el humor y la ironía más refinada, aunque —cabe destacarlo— estos siempre son empleados por el poeta como los recursos mejores para inducir a la reflexión sobre la condición humana, que es uno de los núcleos de sentido de su obra poética. Goldemberg es uno de los poetas más originales de nuestro tiempo, dotado de un extraordinario manejo de las palabras, puesto al servicio de un humanismo que resiste toda prueba”. (Resonancias Literarias, Francia)

Por su parte, Francisco Laguna Correa afirma queDiálogos conmigo y mis otros es un libro construido con la paciencia del lapidario, donde cada arista, cada destello, cada tonalidad, tiene un propósito preciso que no escapa a la voluntad totalizadora de la voz poética de Isaac Goldemberg” (Literal. Latin American Voices, Houston), mientras que Pedro Arturo Estrada señala que “Diálogos conmigo y mis otros es un libro clave en la poesía hispanoamericana de los últimos años, poesía que rompe con la lírica convencional para expresar una conciencia escindida, ambigua y supérstite en un mundo donde nada es lo que parece” (Nueva York Digital)


Isaac Goldemberg nació en Chepén, Perú, en 1945 y reside en Nueva York desde 1964. Actualmente, es Profesor Distinguido de Hostos Community College de The City University of New York, donde dirige el Instituto de Escritores Latinoamericanos y la revista internacional de cultura Hostos Review.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Pablo Salazar Calderón (París, 1978)


En el año 2008, Pablo Salazar Calderón (París, 1978) publicó Terrado de Cuervos en Tranvía Editores, una breve plaqueta que anunciaba la aparición de una nueva e intensa voz poética. Este hecho fue ratificado con Piedralaventanaelcielo (Paracaídas editores, 2011),  libro en el que ya muestra un camino personal más amplio.


Salazar estudió Historia en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, Humanidades en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y Literatura Hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Poemas suyos aparecen en la muestra de poesía joven “Generación del 2000?” editada por Círculo Abierto Editores (2008).

Ha participado en el ciclo “Los Poetas en el Patio de Letras” organizado por la Universidad Mayor de San Marcos el año 2008, el Festival de Poesía de Lima (2010 y 2012) y el encuentro cultural Peruano-Bonaerense, “Peruba”. En esta actividad realizada en Buenos Aires en julio de este año, ofreció lecturas junto a poetas argentinos y dictó un Taller de Creación Poética al lado de Julia Wong y Teresa Orbegoso. Compartimos con ustedes textos de su segunda publicación, así como un poema inédito, anticipo de su próximo libro.


YUTE

No rimo
No fraseo
      In game
             of voices
No aúllo en francés
Ni sollozo
           Rashomon
                    Bajo la tormenta.

No suelto el topacio
                     Sobre la arena

No veo a mi desvestido sonámbulo
                     Entrando a tu traje de luces

          ¡Soy yute!

Y las mil miserias

                    Que se arrojan al mar
                                                       Al divisar la firma

Atrapado
             En esta grasa animal
                               Solaz
                                     Desde mi continente de bote.


HANGARES

Una antigua grabación
Pasa
          Cual atleta
                    Por Maratón
Pasa
           Por una esquina
Con un closet
                      Y un baúl
                                En un cuarto blanco
                                                    Siempre blanco
Allí que no existes
                              En esa aparición que no existe
           En esa silla que equilibra el bosque
                                                                             Que cae
                                                                            Que cae conmigo
                                                             Frente a la ventana
Un atardecer de ventanas y televisores silenciosos
                                                                               Y distancias
                                                        Alborotando batas
                                                                                        O paracaídas
                                              En gigantescos hangares.


ALUMBRAMIENTO


Una autopista blanca
Una raya negra sobre el medio
Se extiende
Pálpito a oscuras
Como el miedo en una linterna encendida.


TEXTO INÉDITO
CARTÓN DE LA PLAZA FRANCIA  (Fragmento)

"Desde un tranvía
el sol como un pasajero
lee la ciudad".
Carlos Oquendo de Amat.

1
Federico Moura
                      
                      Salta desde un pomo de trementina

Se interna en el hospicio
                             Guitarra sin cuerdas
                                                                   
                                                                   Impaga
                                                           
                                                           De las mujeres vergonzosas
                                                         
                                                       Cien años después de la guerra

Es una soñante
Una ola verde

Atropellando

Los distraídos cabellos

Del señor recolector de cartones

Y felpa

Mucha

Para su corazón mutante en la mirada.

2
La niebla en la plaza

Inocula el río de meteoros guindas
Envueltos en trapos de sombra

Al fondo de un escarabajo
En 1982
Los motores estaban llenos de pasto negro
Y poemas
Me dice Domingo de Ramos
                    Con los ojos de pitonizo
                             La tauromaquia toma las avenidas
Miguel Ildefonso señala a José María
                                                  En una mesa cercana
Duerme la pupila de Rimbaud
Niño de la radio de estos kioskos.

3

     Luciérnagas   polillas  mariposas  moscas
Rodean una ambulancia
                                           En la Avenida Colmena
Tiemblan

       Como cuatro botellas de pisco

                   A medio tomar

             Junto a un borracho gris


La flor de la cantuta
                                  
                             Se arrojó
                                              A la polución
Cayó
                Desde una ventana
Sus hojas aún desesperan
                                          En la camilla preguntando
¿Habré hallado el sereno?
Cartón de la santa Martina

De la santa María

De la santa Marimba
Primas deseosas
Salen de la tijera de un vendedor de libros


Las noches en sus cuadernos
                                 
                                 Desatan la inundación del ron
Arrancan
                      
                   Afiches

 A Kilowatt
               
                  Y a Santiváñez
                                           
                                            En pogo Guernica.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Poemas de Gloria Portugal (Trujillo, 1976)

Nacida en Trujillo, Perú, en 1976, Gloria Portugal es autora del Insanías (Carpe Diem, 2010), poemario que ganó el II Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura, organizado por el Centro Cultural de España y la Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú. Ese mismo año obtuvo, con el poemario Versos de arte menor, el segundo puesto en el Concurso de Poesía en Homenaje al X Aniversario de VOCES - Revista Cultural de Lima.

Portugal es licenciada en Educación por la Universidad Nacional de Trujillo con especialidad en Lenguas Extranjeras.  Desde setiembre del 2011 es miembro de número (Nº 27768) de The Cloud Appreciation Society (Sociedad para la apreciación de las nubes). Actualmente reside en Lima, donde se desempeña como profesora de idiomas en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano.

De Insanías


GIRASOL

¿A dónde miras al caer el sol?
Ahora entiendo que al anochecer
Quién más sufre
No soy yo.


UN ZANCUDO

Pasa
Repara en mí
Se detiene
Me examina
Presta atención a mi piel y
Las hilachas de mis vestidos
Revolotea en torno a mi angustia
Acaricia mi pelo
Se posa en mí

Sólo quiere una gota de mi sangre
Se la doy

Nunca antes nadie había hecho
Tanto por mí
Por tan poco.


POEMAS INÉDITOS

CANCIÓN DEL DIENTE DE LEÓN

No me resistiré al viento.
Me dejaré acariciar,
aturdir,
arrancar,
me dejaré descuartizar.

Conozco mi destino
de yerba,
de mata sin precio.
Mi redención está en el viento.


SERENATA

La luna es absolutamente necesaria,
el estanque también
y el claro;
el viento,
los astros atentos
contemplando
a la bella despierta
y a la durmiente
y a la no tan bella,
a la noctámbula
que avanza hacia el botiquín
del baño
en busca de somníferos.


VISA

Ah, si se pudiera fiar nuestra felicidad
y llevarla a casa ya,
a sola firma de un papel,
solo con el DNI,
como se hace con una refrigeradora
o un televisor.
Y olfatearla como a un libro nuevo,
y palparla de cuando en cuando
para asegurar su existencia,
y alegrarnos porque el dinero
lo gastamos bien.
Aunque tal vez
tengamos que entristecernos
porque se echó a perder muy pronto
y aún no terminamos
de pagar las cuotas.


ORIGAMI

Una hoja de papel
como paloma,
barquito
o avión,
resplandeciente de pureza
y fragilidad,
tan quebradiza
y efímera
es.
Seré papel para ti.
¿Qué harás conmigo?


POEMA RETRO
Un poeta es una delicada planta
y sus versos,
flores primorosas.
A veces  son violetas;
a veces, orquídeas;
a veces, flores de muerto.

Y sin embargo a todas
las visitan
mariposas.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Poemas de Luis Boceli (Chiclayo, 1981)



Compartimos con ustedes poemas de Luis Boceli (Chiclayo, 1981), correspondientes a ArX / Con Zumo Poética(s), libro publicado por el sello Paracaídas / Editores.

Boceli estudió en la Escuela Superior de Música Ernesto López Mindreau. Es Administrador de Empresas IPAE en la especialidad de Marketing y violinista amatour, amateur. Ha publicado Pizzicato Labio (Hipocampo, 2006) y Alucinado (Lustra, 2009). Actualmente estudia Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. 

Participó en el “Encuentro Internacional de Jóvenes”, Chile, 2007, así como en el Festival Internacional de Poesía Cielo Abierto, 2009-2011, el I Festival Nacional de Poesía "Este Puerto Alucinado" 2011 y en el III Festival de Poesía de Lima (2012). Sus poemas están publicados en diferentes revistas, blogs. http://boceliluis.blogspot.com/



www



I


Chateo con Belli en el 2061
Y le cuento que no hago sonetos ni heptasílabos ni sextinas
Que raras veces me salen los megasílabos

Chateo con Rimbaud (corifeo sátiro)
Por qué chuccha lo agregué a la red social
¡Que lo eliminen de pestífera bajeza!

Chateo con el Polirrítmico; cuando una pichanguita
 equilátera en el espacio

(Pronto, hermano; pronto)

Chateo con el Señor del cielo, la tierra y lo subterráneamente Oscuro

Tecleó:

Ud. hace de cero posibilidades


II


Beatriz se conectará más tarde


(Que no se entere Dante)




Mallarlú


Todo pensamiento emite una Tirada de Dados [Mallarmé]
Todo pensamiento emite una Lanzada de Trompo
[Zatic, robando símbolo a Arguedas]

Arguedas superó en esta imagen giratoria a Mallarmé

Veamos:

Una tirada de dados da determinados números al azar
Y cae siempre en seis lados
En cambio Una lanzada de trompo gira con todos los números
Bailando en la sien
Y llega un momento un momento en que de tanto bailar
Se echa a dormir
(De costado)

Vallejo tantea mirando al espacio una visión

Lanza por última vez el zumbayllu


Decidiendo el destino plumbular                               de esta noche





Contrabandista M.A


Vallejo, Terrícola Mayor
Triste Cisne Blanquirojo acurrucado en lo Infinito
Fotografiando desde las alturas del cóndor
g i g a n t o g r a f í a s

Figuración de banderas
Aglomeración de células
De cama de dos plazas distendidas

Indiferente a los poetas cacas del Hoy
Que dicen poco
Que se parecen al bruto libre del poema XIII

Y Ud. Vallejo tiene compasión de Satélite
En su Inmortalidad nos sonríe espirituoso, sabio
Y nosotros inmaduros chicuelos jugando con la gravedad
Y los colores desnutridos de la música
Y nosotros, jóvenes abstractos, agachando la mirada,
Moqueando, sonriendo, santiguándonos un minuto y medio
Sin motivo alguno

Y nosotros ¡¡CONTRABANDISTAS!!
¡¡Contrabandistas Melancólicos; nunca escribiremos un T r i l c e!!



(Y hoy es 2101 y anochece la piedra)





domingo, 28 de octubre de 2012

Arnaldo Calveyra (Mansilla, Entre Ríos, Argentina 1929)



Les dejo una entrevista al poeta Arnaldo Calveyra (Mansilla, provincia de Entre Ríos (Argentina), 1929) y un poema de su primer libro Cartas para que la alegría. Calveyra reside en París desde 1961 y recientemente se publicó la segunda edición aumentada de su Poesía reunida (Adriana Hidalgo Editora). 



ENTREVISTA A ARNALDO CALVEYRA


 


POEMA

El viaje lo trajimos lo mejor que se pudo. De todas las mariposas de alfalfa que nos siguieron desde Mansilla, la última se rezagó en Desvío Clé. Nos acompañamos ese trecho, ella con el volar y yo con la mirada. Venía con las alas de amarillo adiós, y, de tanto agitarse contra el aire, ya no alegraba una mariposa sino que una fuente ardía. Y corrió todavía con las alas de echar el resto: una mirada también ardiendo paralela al no puedo más en el costado de tren que siguió. 

La gallina que me diste la compartí con Rosa, ella me dio budín. 

El tren es casi lo mismo que andar en mancarrón. 

Los que tocaban guitarra cuando me despedías vinieron alegres hasta Buenos Aires. Casi al mediodía entró el guarda con paso de “aquí van a suceder cosas”, y hubo que ocultar a cuanta cotorra o pollo inocente de Dios se estaba alimentando. 

En el ferry fue tan lindo mirar el agua. 

¿Y sabes?, no supe que estaba triste hasta que me pidieron que cantara. 


De: Cartas para que la alegría (Buenos Aires, 1959).

lunes, 22 de octubre de 2012

Barral y el "Chino" Domínguez, una crónica de Mary, su hija



Comparto con ustedes esta crónica de Mary Domínguez (Bitácoras Urbanas), hija de Carlos “Chino” Domínguez, sobre el encuentro que nuestro poeta de la fotografía tuvo con el emblemático Carlos Barral cerca de la mar de Calafell, junto con ese grande de la poesía y de la vida que es César Calvo.


ENTRE CARLOS Y CARLOS, UNA HISTORIA DE FOTOS**

Corría el año 1986 cuando mi padre en compañía del poeta César Calvo -al que por alguna razón, siempre le dije tío César- se despidió y partió rumbo a Europa sin saber cuál era su destino. Unos días antes, el poeta le dijo: Chino! Tienes tu pasaporte? Dámelo que nos vamos de viaje. ¿Cómo y por cuánto tiempo, ni él lo sabía… Primer destino, Barcelona.

“Allí tengo muy buenos amigos, que me gustaría que conocieras”, le dijo Calvo a mi padre y así fue. Mientras yo seguía pensando que algún día conocería la misteriosa Barcelona me quedé leyendo una vez más. Tomaron el avión un veintitantos de marzo, no lo sé, pero el 30 de aquél mes  -mi padre- Chino Domínguez, se sentó en una de las mesas de L’Espineta junto a Carlos Barral, licenciado en Derecho, ex senador y parlamentario europeo, pero sobre todo poeta, uno de los más complejos y completos de su generación.

“El poeta del Mar” solía llamarle padre. “Es todo un personaje, es una imagen perfecta para fotografiar,” me comentó alguna vez, y era cierto, las fotos hablan por sí mismas.
Pero lo más envidiable era las noches de tertulia y bohemia que pasaron en Calafell de las cuales son testigos silenciosas las olas de aquel mar catalán.

“Su delgadez visible era como un Quijote y combinaba con el bronceado adquirido en su piel y su gorra de su entrañable Capitán Argüello con el cigarro en la mano, me marcó al personaje perfecto, le tomé muchas fotografías, adoraba Calafell”,  contaba mi padre en una de nuestras conversaciones.

Barral en su hogar, hoy Casa-Museo

Yo soñaba con algún día conocer a los personajes que mi padre me había conocido pero el tiempo es mi peor enemigo, sin embargo, hace unas semanas fui tras los pasos de su paso por Calafell.
Totalmente cambiada a las fotos que él me mostró, caminé por la playa hasta llegar a la casa de Barral, hoy convertida en Museo y una de las casas más emblemáticas de la zona entré por la pequeña puerta azul.

Cerré mis ojos, el olor a mar inundaba su interior, reparada por el ayuntamiento ayudan a mantener la historia viviente y el legado literario del poeta barcelonés que lo albergó desde su infancia.
“Las noches eran interminables –solía decirme mi padre- entre el poeta Calvo y Barral, las tertulias eran más que entretenidas me daban ese ambiente de poesía, olor a mar, antigüedades y bohemia que necesitaba para hacer las fotos”.


Subí a conocer la casa, se guardan perfectamente parte de su biblioteca, fotografías, pinturas y dibujos. Pero allí en un breve espacio –como la canción de Pablo Milanés …El breve espacio en que no estás, se encontraba su máquina de escribir, detenida en el tiempo con las huellas de quizás : Las aguas reiteradas, Lecciones de cosas: Veinte poemas para el nieto Malcolm o sus Memorias de infancia, incompletas e inéditas.

Cerré mis ojos para soñar y sentí las risas de sus hijos corriendo por la casa y el vaivén de las olas del mar romper en la orilla. El clap clap de la vieja máquina de escribir, el olor a tabaco de aquellas noches de tertulia de un encuentro de grandes amantes de la bohemia. Largas pláticas y las miradas cómplices de amor de Barral y su esposa Ivonne. Era tal y como lo vi una y otra y otra vez en las fotos de mi padre. Ese era el Carlos Barral que conoció el Chino Domínguez.
Me despedí del maestro junto a mi padre que seguro me veían entre aquellos recuerdos.  Caminé de la mano con mi esposo sin poder explicarle esa sensación de emociones encontradas que sentía dentro de mí. Caminamos por las arenas hasta divisar L'Espineta, la taberna marinera de Barral.

Taberna marina L'Espineta

Casi al entrar un joven de pelo castaño claro con pequeños brotes dorados –me dijo ser su hijo-  y no podía ser de otra manera era la imagen de Barral, aunque me dijeron que uno de los nietos tiene el parecido exacto. Era Alexis entrando y saliendo del local.

-Pasen! Pasen! – nos dijo.


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*Foto Carlos "Chino" Domínguez

domingo, 14 de octubre de 2012

Antonio Cisneros: "Porque fui muerto y soy resucitado"



El poeta Hildebrando Pérez nos envía generosamente el siguiente texto que publicó hace poco en Prensa Latina. Hoy es domingo, ayer se cumplió una semana de la muerte física de Antonio Cisneros, sirvan estas palabras sinceras para acompañarnos en el recuerdo de un artista inacabable.


ANTONIO CISNEROS: PORQUE FUI MUERTO Y SOY RESUCITADO

Por Hildebrando Pérez Grande

La muerte es un escándalo. Más aun cuando nos parte el alma de un hachazo feroz. Y más aun cuando se trata de alguien que, desde diversos códigos y banderas y quehaceres comunes, forma parte de nuestras vidas. Es el caso del poeta y amigo Antonio Cisneros (Lima, 1942 -2012). Como él lo diría con su inconfundible tono burlón: no sé cuanto marca en el debe o el haber de mi vida, pues, desde los inicios de la década del 60’, tuvimos la dicha de conocerlo en las aulas sanmarquinas. Qué se perdió o ganó entre estas aguas. / Acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.

Desde Destierro (1961) hasta Un crucero a las islas Galápagos (2005), pasando por libros memorables como Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968), que fue celebrado en todo el ámbito hispanoamericano y que aun mantiene su predicamento poético y Como higuera en un campo de golf (1972), acaso su libro más entrañable, sin postergar ese notable cambio de registro que hace gala en Las inmensas preguntas celestes (1992),  la poesía de Antonio Cisneros  ha sido una fiesta de la palabra, la inteligencia, el humor, la ironía y de una mirada impecable y redentora de la exaltante realidad que nos rodea, con el toque de una irreverencia saludable.

Desde la década de los 70’, la obra lírica de Antonio Cisneros lo perfila como uno de los mayores poetas en lengua española y uno de los más traducidos a otros idiomas modernos,  hecho que lo distingue visiblemente dentro de su marco generacional. Los estudiosos, desde diversas perspectivas críticas, coinciden en alabar  el virtuosismo de su escritura, su temprana maestría con el lenguaje poético contemporáneo, el atinado uso del distanciamiento brechtiano y el rigor crítico con el que rechaza el facilismo, el panfleto, el tono dulzón y melodramático y ejerce más bien la mirada interdisciplinaria, la actitud dialógica, la crítica  puntual de los desmanes de la alienación contemporánea, y la manera cómo verbaliza estremecedoramente–con el lenguaje culto o el vitalísimo lenguaje de la calle-, su sincera reconversión, esa suerte de dar la palabra al hijo pródigo, quien, con la magia de un nuevo lenguaje, distante ya del versículo y la vana actitud iconoclasta, expresa una visión ecuménica con una nueva y espléndida  dicción. Por todo ello, nuestro poeta mereció las más altas distinciones y reconocimientos tanto en el plano nacional como el internacional.

La obra lírica  de Antonio Cisneros no sólo honra a la poesía hispanoamericana sino que también es  un discurso ejemplar que desde hace ya medio siglo batalla de manera transparente por nuestra planetaria condición humana. Es verdad que ahora estamos tristes, consternados,  más despoblados que nunca, pero por siempre escucharemos su tambor.




POEMA DE ANTONIO CISNEROS

POR ROBERT LOWELL

Del avión al taxi,del taxi al sudor frío, del sudor al

diafragma cerrado.
90.000 kilómetros de sangre a la deriva en el fondo de un
taxi.
Rojos caballos bajando las colinas, evitando las altas
hierbabuenas,
corriendo, siendo, riendo,
hundiéndose en las aguas como el sol del Pacífico.
Más libres que un cadáver azul a la deriva.
Sólo tumbos y chillidos de delfín.
Sin duelo alguno en los acantilados. En el fondo de un taxi.
(No hay quien tome tu mano y te consuele y te seque el
sudor
y te recuerde -en 14 segundos- el mar Atlántico contra
un bosque de pinos
y el orden de la tierra perfecta como una tía vieja.)
Azul a la deriva
No hay duelo en los semáforos que guardan el camino
ni un abeto en tu puerta todavía.