lunes, 25 de octubre de 2010

"Acuérdate del Escorpión", la nueva novela de Isaac Goldemberg se presenta en la Feria Ricardo Palma



Mañana, a las siete de la noche, en el marco de la 31ª Feria del Libro Ricardo Palma (Parque Kennedy - Miraflores, Lima), el poeta y escritor Isaac Goldemberg Bay presenta su nueva novela Acuérdate del escorpión, publicada por el Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Los comentarios estarán a cargo de Jorge Bruce y Marita Troiano.

Para la escritora mexicana Margo Glantz, Premio Internacional Sor Juana Inés de la Cruz, Acuérdate del escorpión es “una novela negra delirante, paródica y eficaz, que reúne todos los estereotipos del género y rinde homenaje a sus antecesores, tanto en la literatura como en el cine”, señala la nota de prensa.

“En un muy breve espacio y a gran velocidad —continúa Glantz— y gracias a su memorable y cocainómano protagonista —como Robert de Niro en la película de Sergio Leone—, aprendemos que el amor es dulce y desgraciado como en los boleros y valses sentimentales. Y que los sueños son en realidad profecías porque desde la primera línea de la novela se nos advierte que ‘los hechos venideros habían comenzado a proyectar su sombra’”.

Agrega que en palabras del escritor argentino Mempo Giardinelli, Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, “esta nueva novela de Isaac Goldemberg marca el regreso de un gran novelista latinoamericano. Ahora, en la trama jugosa y fascinante de Acuérdate del escorpión vuelven a brillar la imaginación y la prosa firme de este gran escritor peruano”.

Por su parte, el escritor peruano Alejandro Sánchez Aizcorbe afirma que “en la novela de Goldemberg se entreteje una realidad virtual cinemática que nos atrapa de principio a fin”.

Oscilando entre lo melodramático y lo policial, la novela narra la investigación —por parte del capitán Simón Weiss y el teniente Katón Kanashiro —de dos crímenes misteriosos sucedidos en el Perú de 1970, dos días después del terremoto ocurrido en junio de ese año y en pleno Mundial de fútbol. El primer crimen, el de un japonés, cometido en un billar. El segundo, el de un anciano judío, en una pensión.


sábado, 23 de octubre de 2010

Diana Bellessi: “Los críticos todavía no saben qué hacer con la poesía”





Antes de ganar el prestigioso Premio Ciudad de Melilla en España, con el libro Variaciones de la luz, la poeta argentina Diana Bellessi ofreció una entrevista en el marco de la feria de Frankfurt. Les recomiendo leer el texto de Franco Torchia y apreciar el video difundido por la revista Ñ.


Diana Bellessi y los fragmentos de un jardín. Es inescindible una cosa de la otra cuando la experiencia es la de ir a su encuentro. Frankfurt, causa y objeto del Especial Multimedia de Ñ, va quedando atrás. En esa manzana de Palermo, la botánica convive, estratégicamente, con la justa percusión de un músico. La poesía es, definitivamente, una decisión del tiempo y del espacio. Una negociación justa entre dos factores que, mínimamente expresados, multiplican. Por algo ocurre. Por algo es.
La tarde impone, entre otros, un tema cada vez más insoslayable: la crítica literaria y su relación, histórica, difícil, con la poesía. “El aparato crítico argentino se crió en una universidad vaciada por la dictadura. Así  se lo privó del género” comenzará diciendo Bellessi. “La poesía, al no editarse en editoriales con alguna distribución asegurada, tampoco fue tomada por la academia como objeto de estudio. No fue enseñada, no fue leída y 40 años después no saben qué hacer con la poesía”. La pregunta venía a cuenta de la edición de “Aquí, América Latina” (Eterna Cadencia, 2010) de la investigadora Josefina Ludmer, seguramente la única (¿y última?) esperanza crítica en un panorama de lecturas que depende, todavía, de los aplastantes manuales de Benjamin (“Iluminaciones II. Poesía y capitalismo”) y Julia Kristeva (“La Revolution du Langage Poétique”).
“La poesía es un género tan sencillo como la narrativa, pero usa algunos procedimientos que requieren una observancia de cosas para poder tocarlas, sentirlas. Es como si te hubieras criado dentro del realismo: ves algo contemporáneo, del siglo XX, y no sabés qué es eso". Por eso, entre realistas y contemporáneos, Diana Bellessi advierte que “Todo es fruto y producto del mismo asunto”, y  asegura “Yo no creo en la maravillosa independencia marginal de la poesía, que se sacan 200 ejemplares que se reparten entre tus cuatro amigos; que a su vez son lo que leen y dicen ´Esto me gusta´, ´Esto no me gusta´”. El tema, es evidente, enciende su interés. Y el discurso, de tan lírico, se vuelve directo: “Eso lleva a un lugar de encierro, muy antidemocrático. Y de pobreza para la propia poesía. Yo creo que una circulación del género, un encuentro con el lector y un retorno a la lectura crítica del género son la condición sine qua non para la salud de la poesía”. 


“El matadero” de Esteban Echeverría; la “gran” excursión de Mansilla tras los platos de arroz con leche de su tío Rosas; la obra siempre olvidada de Libertad  Demitrópulos, la narrativa de Griselda Gambaro y Liliana Bodoc, y en el centro, Antonio Di Benedetto han sido las lecturas que, desde una extrema narratividad, le enseñaron a Belessi a hacer poesía: “Me han enseñado lo que le enseñan a cualquiera: qué es esto del mundo y cómo vemos el mundo.”
Luego, sí, un mapa estrictamente poético se configura con “los poetas que he leído a los 16 y que vuelvo a leer ahora con la misma emoción, como Francisco Madariaga; Juan Gelman, que fue muy importante en un momento de mi vida; (Alberto) Girri. Son poetas muy diferentes, con facturas y propósitos muy diferentes. Por supuesto que Olga Orozco; también Amelia Biagioni; Susana Thénon; y después mis contemporáneos: (Arturo) Carrera, (Néstor) Perlongher; Mirta Rosenberg y Noemí Bernardello.
Un listado de rigor que, ya en plena fuga del sol de septiembre, arroja un puñado de sentencias casi antológicas, en las que la posibilidad de otro manual (uno nuevo, ahora sí) de poesía contemporánea, se vuelve viable: “La poesía hace una cosa rara con el tiempo: porque la narrativa establece la duración del tiempo. El otro día me enteré que el colibrí es la única avecilla que puede volar hacia atrás. Y la poesía hace algo parecido: va hacia atrás y hacia adelante; y te lo da todo en la simultaneidad de un pequeño cuerpo. A mí me gustaría que lo que escribo sea de una simpleza total. Que, como las coplas, vaya directo a la cabeza y al corazón”.
He construido un jardín...
He construido un jardín como quien hace
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
allí, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
que los gestos precisos
dejarse ir para cuidarlo
y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.

Ahora la lengua puede desatarse para hablar.
Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Sólo digerible al ojo el terror
si la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
de sentido.

Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
gestos correctos en el lugar errado,
disuelve la ecuación, descubre páramo.
Amor reclamado en diferencia como
cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
a la orilla más lejana. I wish you
were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.



Murió Alí Chumacero, un grande de la poesía mexicana



Ha muerto a los 92 años Alí Chumacero uno de los más grandes poetas mexicanos. Les dejo aquí un artículo publicado hoy en el diario El Clarín, así como un par de textos donde nos revela nítida su alma y un video donde el tono de su voz nos alcanza.




Fue autor, editor y crítico. Se desempeñó durante medio siglo en el Fondo de Cultura Económica, sello clave de la literatura latinoamericana. Allí corrigió "Pedro Páramo", de Juan Rulfo, entre cientos de obras.


El poeta, editor y crítico literario mexicano Alí Chumacero murió anoche a los 92 años, según confirmó oficialmente el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de ese país.


Hombres de letras en toda su dimensión, Chumacero escribió apenas tres libros, "Páramo de sueños" (1944), "Imágenes desterradas" (1948) y "Palabras en reposo" (1956), que fueron suficientes para convertirlo en uno de los poetas más importantes de México.


"He escrito poco. No me arrepiento, es mejor dejar una línea perdurable que un grupo de libros que se tire al cesto de la basura", confesó en una ocasión. Había nacido el 9 de julio de 1918 en la localidad de Acaponeta, del estado de Nayarit, en el oeste de México.


Durante más de medio siglo fue corrector y editor del Fondo de Cultura Económica (FCE), un sello clave de la literatura latinoamericana. Allí corrigió "Pedro Páramo" de Juan Rulfo, entre cientos de obras. Por sus manos pasaron textos de los principales autores mexicanos, como el Premio Nobel de Literatura de 1990 Octavio Paz o Carlos Fuentes.


Como crítico literario escribió en suplementos y revistas como "Tierra Nueva", de la cual fue coeditor. El libro "Los momentos críticos" recoge esta faceta de su trayectoria literaria.


En 2008, al cumplir 90 años, había sido homenajeado en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana. "Nuestro oficio consiste en hacer creíble lo increíble, en hacer inverosímil lo creíble, y entre los escritores que ya empezamos a pintarnos las canas lo adecuado es contribuir con el ejemplo, y cuando sea oportuno con la enseñanza, para que aquellos que inician el camino de las letras venzan con pericia los escollos", dijo entonces.



Espejo de zozobra


Me miro frente a mí, rendido,
escuchando latir mi propia sangre,
con la atención desnuda
del que espera encontrarse en un espejo
o en el fondo del agua
cuando, tendiendo el cuerpo, ve acercarse
su sombra, lenta e inclinada,
a la suprema conjunción
de dos pulsos perdidos en sí mismos,
como doble sueño o palabra
inserta en eco hasta llegar
a la primera orilla del silencio.
En espejo de sueños estoy junto a mí mismo
y mi imagen se asoma alargando los brazos,
buscando asir lo inasidero,
lo que dentro de mí resuena
como sombra apresada en las tinieblas
que quisiera hallar una luz
para poder nacer.
Estoy junto a la sombra que proyecta mi sombra,
dentro de mí, sitiado,
intacto, descansando leve
sobre mi propia forma: mi agonía,
y en vano quiero ya cerrar los ojos,
dejar los brazos a su propio peso
o que el agua del silencio lave mi cuerpo,
pues ya mi sueño frente a mí me nombra,
ya destroza el espejo en que se guarda
y reclina su voz sobre la mía:
ya estoy frente a la muerte.




Responso del peregrino

I

Yo, pecador, a orillas de tus ojos
miro nacer la tempestad.

Sumiso dardo, voz en la espesura,
incrédulo desciendo al manantial de gracia;
en tu solar olvida el corazón
su falso testimonio, la serpiente de luz
y aciago fallecer, relámpago vencido
en la límpida zona de laúdes
que a mi maldad desplega tu ternura.

Elegida entre todas las mujeres,
al ángelus te anuncias pastora de esplendores
y la alondra de Heráclito se agosta
cuando a tu piel acerca su denuedo.

Oh, cítara del alma, armónica al pesar,
al luto hermana: aíslas en tu efigie
el vértigo camino de Damasco
y sobre el aire dejas la orla del perdón,
como si ungida de piedad sintieras
el aura de mi paso desolado.

María te designo, paloma que insinúa
páramos amorosos y esperanzas,
reina de erguidas arpas y de soberbios nardos;
te miro y el silencio atónito presiente
pudor y languidez, la corona de mirto
llevada a la ribera donde mis pies reposan,
donde te nombro y en la voz flameas
como viento imprevisto que incendiara
la melodía de tu nombre y fuese,
sílaba a sílaba, erigiendo en olas
el muro de mi salvación.
Hablo y en la palabra permaneces.
No turbo, si te invoco,
el tranquilo fluir de tu mirada;
bajo la insomne nave tomas el cuerpo emblema
del ser incomparable, la obediencia fugaz
al eco de tu infancia milagrosa,
cuando, juntas las manos sobre el pecho,
limpia de infamia y destrucción
de ti ascendía al mundo la imagen del laurel.

Petrificada estrella, temerosa
frente a la virgen tempestad.

II

Aunque a cuchillo caigan nuestros hijos
e impávida del rostro airado baje a ellos
la furia del escarnio; aunque la ira
en signo de expiación señale el fiel de la balanza
y encima de su voz suspenda
el filo de la espada incandescente,
prolonga de tu barro mi linaje
-contrita descendencia secuestrada
en la fúnebre Pathmos, isla mía-
mientras mi lengua en su aflicción te nombra
la primogénita del alma.

Ofensa y bienestar serán la compañía
de nuestro persistir sentados a la mesa,
plática y plática en los labios niños.
Mas un día el murmullo cederá
al arcángel que todo inmoviliza;
un hálito de sueño llenará las alcobas
y cerca del café la espumeante sábana
dirá con su oleaje: "Aquí reposa
en paz quien bien moría".

(Bajo la inerme noche, nada
dominará el turbio fragor
de las beatas, como acordes:
"Ruega por él, ruega por él...")

En ti mis ojos dejarán su mundo,
a tu llorar confiados:
llamas, ceniza, música y un mar embravecido
al fin recobrarán su aureola,
y con tu mano arrojarás la tierra,
polvo eres triunfal sobre el despojo ciego,
júbilo ni penumbra, mudo frente al amor.
 
Óleo en los labios llevarás mi angustia
como a Edipo su báculo filial lo conducía
por la invencible noche;
hermosa cruzarás mi derrotado himno
y no podré invocarte, no podré
ni contemplar el duelo de tu rostro,
purísima y transida, arca, paloma, lápida y laurel.
Regresarás a casa, y si alguien te pregunta,
nada responderás: sólo tus ojos
reflejarán la tempestad.

III

Ruega por mí y mi impía estirpe, ruega
a la hora solemne de la hora
el día de estupor en Josafat,
cuando el juicio de Dios levante su dominio
sobre el gélido valle y lo ilumine
de soledad y mármoles aullantes.

Tiempo de recordar las noches y los días,
la distensión del alma: todo petrificado
en su orfandad, cordero fidelísimo
e inmóvil en su cima, transcurriendo
por un inerte imperio de sollozos,
lejos de vanidad de vanidades:

Acaso entonces alce la nostalgia
horror y olvidos, porque acaso
el reino de la dicha sólo sea
tocar, oír, oler, gustar y ver
el despeño de la esperanza.

Sola comprenderás mi fe desvanecida,
el pavor de mirar siempre el vacío
y gemirás amarga cuando sientas que eres
cristiana sepultura de mi desolación.

Fiesta de Pascua, en el desierto inmenso
añorarás la tempestad.





viernes, 15 de octubre de 2010

Friedrich Nietzsche: El bien de estar mal





Un 15 de octubre de 1844 nació Friedrich Nietzsche, a manera de homenaje me permito rescatar el siguiente texto.



El bien de estar mal

En 1879, Fiedrich Nietzsche comienza a despedirse del mundo. La enfermedad lo aqueja hasta el punto de no permitirle ver claramente una hoja de papel, tiene que escribir lo más cerca posible, rozando casi con sus ojos las palabras manuscritas. El cuerpo parece abandonarlo, el tiempo amenaza detenerse para él. “Estoy llegando a los treinta y cinco años ‘la mitad de la vida’. A esa edad perfiló Dante sus visiones, según recuerda el primer verso de su poema. Yo me encuentro ahora a la mitad de la vida, pero tan ‘rodeado por la muerte’ que ésta puede poner su mano sobre mí en cualquier momento”, le escribe a un amigo.

En esta situación, el filósofo sólo tiene dos opciones: someterse a los dominios de la sífilis o sobreponerse a la enfermedad. Pero al mismo tiempo la enfermedad parece remontar toda posibilidad de decisión, el hombre parece no tener fuerzas para enfrentar la incertidumbre de morir pronto. Sin embargo, una especie de sol nacido del centro mismo de sus dolencias comienza a irradiar y la creación se instala con grandes fuerzas, justo en el momento en que Nietzsche está dejando de tenerlas. Entonces, la supuesta despedida del mundo comienza a materializarse en un viaje imaginario a través de las palabras. Nietzsche decide caminar, incluso, más allá de su cuerpo. Decide amar su dolor.

De esta forma nacería lo que el autor nombra exactamente como lo que en verdad era, “El caminante y su sombra”; sombra que es luz que irradia de su centro, centro que es la sombra que ilumina su andar y cobija su cuerpo. Y que le permitió vivir muchos años más, permitiéndole escribir su obra cumbre, “Así hablaba Zaratustra”.

“Lea usted, mi querido amigo, este manuscrito con detenimiento, y pregúntese siempre si en él se encuentran rastros de sufrimiento y de depresión. Yo no lo creo, y esta fe es ya un síntoma de que en estas ideas tienen que albergarse energías, no desmayos ni desalientos (...)”, le dice nuevamente Niezsche a su amigo Peter Gast a quien le ha enviado adelantos de “El caminante...”

El filósofo ha elegido hablar sin dolor en el momento en que todo se opone a ello. Ha decidido hablar de la esperanza, de cambio, del mundo, con ojos de viajero. Y, no obstante, lo hace como su cuerpo se lo permite, con brevedad y contundencia, como si cada párrafo fuese un disparo certero: “Hay individuos nefastos que, en vez de resolver un problema, los oscurecen a todos los que se ocupan de él, haciéndolo más difícil de resolver. Quien no sepa dar en el blanco, que se abstenga de tirar”. Nietzsche se intala nuevamente en el aforismo, ratificando que este es el mejor instrumento verbal que tiene para desarrollar su filosofía. Y es que el filósofo es incapaz de eleboraciones sistemáticas y vastas. Su oído atento y preciso, sólo le permite captar lo esencial y llevarlo al papel con la misma esencialidad.

Lo que Nietzsche hizo es un acto sobrenatural, que es la condición propia del ser humano, es decir, ubicarse por encima de la naturaleza para re-crearla, no para observarla simplemente en su acontecer sino para ser su acontecimiento. Y esto es ubicarse a años luz de la resignación inocente y sin salidas del hombre de las cavernas, para quien la enfermedad no tenía cabida en su mundo. Si aquel ser primitivo padecía de una enfermedad, al sentirse indefenso, se refugiaba en el fondo de una cueva y, por eso, es que en lo profundo de las cuevas se han hallado la mayor parte de los vestigios humanos.

El ser primitivo estaba solo, sin él. Nietzsche, en cambio, encontró la manera de estar consigo y acompañarse. Y por eso su sombra. “Quien lleva al papel lo que sufre es un autor triste; pero se convierte en un autor serio cuando nos dice que ha sufrido y por qué en el presente le consuela la alegría”, escribió porque aprendió a sentirse bien en el abismo de su mal.

(De "Contra Señas")


miércoles, 13 de octubre de 2010

Homenaje a Juan Ramírez Ruiz



Justamente ahora que se lleva a cabo "Un par de vueltas por la realidad - Primer Festival Latinoamericano de Poesía" en la ciudad de Lima, Perú, en homenaje a Juan Ramírez Ruiz,  se vuelve imprescindible conocer la obra de este gran poeta peruano. 


Les dejo este link que hallé en internet con la versión completa, en formato PDF de su libro "La armas molidas", que constituye una verdadera apuesta por la palabra como revelación y exaltación de la rebeldía natural del ser humano frente a la realidad que lo apercibe. Gracias a Ancash 444.

domingo, 10 de octubre de 2010

Programa del "Primer Festival de Poesía de Lima" (12 al 16 de octubre 2010)





martes 12 de octubre

5:00 p.m. Inauguración: "Un par de vueltas por
el continente"
Palabras líricas del Comité
5:15 p.m. Primera lectura
Miguel Ildefonso (Lima)
Diana de Hollanda (Río de Janeiro)
Marina Ruiz (Ciudad de México)
Augusto Rubio (Ancash)
Gladys Gonzáles (Santiago de Chile)
6:15 p.m. Vídeo Poesía
“Jerónimo final”
Nicole Cuglievan y Pedro Favarón


7:00 p.m. Segunda Lectura
Jorge Pimentel (Lima)
Enrique Verástegui (Cañete)
Tulio Mora (Junín)
Fernando Obregón (Lima)
Eloy Jáuregui (Lima)

Lugar: Casa de la Literatura Peruana
Jr. Ancash 207 (Antigua Estación Desamparados)
Centro Histórico de Lima


••
9:30 p.m. Vídeo: Europa • “While we were watching TV”
Janine Soenens
Tercera lectura
Feli Dávalos (Ciudad de México)
Carlos Carnero (Lima)
Víctor Ruiz (Lima)
Bruno Pólack (Lima)
Danitza Fuentelzar (Iquique)
Kreit Vargas (Arequipa)
Juan de la Fuente (Lima)
Vídeo Poesía: “Cuerpo Tallado a verbos”
Jair Uzziel y John Martínez

Lugar: El Círculo Bar
Av. Bolognesi 185. Barranco



miércoles 13 de octubre


3:00 p.m. Primera lectura
Carmen Ollé (Lima)
Julius Mirlo (Madrid)
Erick Sarmiento (Cañete)
Luis Alberto Bravo (Guayas)
Augusto Rubio (Ancash)
Dira Martínez (Cumaná)
Paola Paula (Lima)
Performance
Christians Luna (Lima)
Félix Méndez (Lima)
Poesía Graffiti
Ale Wendorff (Lima)

Lugar: Alameda Chabuca Granda
Centro Histórico de Lima

••
6:00 p.m. Segunda Lectura
José Pancorvo (Lima)
Tatiana Berger (Lima)
Paul Guillén (Lima)
Marx Espinoza (Junín)

7:00 p.m. Tercera lectura
Carlos López Degregori (Lima)
Virna Texeira (Sao Paulo)
Andrea Cabel (Lima)
Arianna Castañeda (San Martín)
Luis Fernando Chueca (Lima)

Lugar: Brisas del Titicaca
Wakulski 168 (cdra. 1 de Av. Brasil)
Centro Histórico de Lima


•••
9:00 p.m. Cuarta lectura
José Córdova (La Libertad)
Pablo Salazar (Lima)
Cecilia Podestá (Ayacucho)
Vladimir Herrera (Puno)
Oliver Glave (Lima)
Diana de Hollanda (Río de Janeiro)
Presentación Audiovisual
Carlos Estela (Callao)
Rocío Fuentes (Lima)
Vídeo Poesía: “Cuerpo poético”
Zachary Payne (Utah)

Lugar: Albazos – Bar/Centro cultural
Calle Berlín 172. Miraflores


jueves 14 de octubre


3:00 p.m. Conversa: Nueva Poesía Latinoamericana y mercado editorial
Paul Guillén (Ica)
José Córdova (La Libertad)
Virna Texeira (Sao Paulo)
Marina Ruíz (Curenavaca)
Víctor Ruíz (Lima)


4:00 p.m. Primera lectura
Rubén Quiroz (Lima)
Rodolfo Ybarra (Lima)
Diego Ramírez (Santiago de Chile)
Marx Espinoza (Junín)
Virna Texeira (Sao Paulo)
Vedrino Lozano (San Martín)
Performance
Marina Ruiz y Ernesto Martínez
(Ciudad de México)

Lugar: Universidad Federico Villarreal
Av. Nicolás de Piérola 351
Centro Histórico de Lima


••
6:30 p.m. Segunda lectura
Pablo Maire (Santiago de Chile)
Josefina Jiménez (Lima)
Dira Martínez (Cumaná)
Arturo Córdova (Lima)
Ana María Falconí (Lima)
John Martínez (Lima)


7:30 p.m. Tercera lectura
Julio Paredes Vásquez (San Martín)
Rafael García-Godos (Lima)
Luis Alberto Bravo (Guayas)
Feli Dávalos (Ciudad de México)
Kreit Vargas (Arequipa)
Video-instalación-performance poética
Jorge Luis Chamorro (Lima)

Lugar: Casa de la Literatura Peruana
Jr. Ancash 207 (Antigua Estación Desamparados)
Centro Histórico de Lima


•••
9:30 p.m. Cuarta lectura
Vladimir Herrera (Puno)
Willy Gómez Migliaro (Lima)
Victoria Guerrero (Lima)
Rodrigo Quijano (Lima)
Rafael Espinosa (Lima)
Domingo de Ramos (Lima)
Frido Martin (Lima)
Performance
Florentino Díaz y Laureliana Santa Cruz
(Lima)
Intervención musical
Enrique Ortiz (Lima)

Lugar: De Grot – Bar Cultural
Av. Nicolás de Piérola 995 (Plaza San Martín). Centro Histórico de Lima



viernes 15 de octubre


3:00 p.m. Primera lectura
Raquel Jodorowsky (Iquique)
Rosina Valcárcel (Lima)
Denisse Vega (La Libertad)
Luis Alberto Bravo (Ecuador)
Performance - Intervención
Cecilia Podestá (Ayacucho)


6:00 p.m. Segunda lectura
Rodolfo Hinostroza (Lima)
Vladimir Herrera (Puno)
Arturo Corcuera (Lima)
Gladys Gonzáles (Santiago de Chile)

Lugar: Pasaje Santa Rosa
Centro Histórico de Lima (Plaza Mayor)


••
8:30 p.m.
Intervención Audiovisual: “El trabajo a gritos”
Marina Hodecker y Diana de Hollanda
(Río de Janeiro)
Tercera lectura
Armando Arteaga (Lima)
José Antonio Villarán (Lima)
Enrique Sánchez Hernani (Lima)
Danitza Fuentelzar (Iquique)
Poesía Visual:
José Aburto (Lima)
Performance:
Amapola Prada y Carlos del Águila
Poesía sonora: Proyecto “Pop es Cía”
Omar Córdova (VJ Murciélago) y
Giancarlo Huapaya (Lima)

Lugar: Café-Bar Zela
Nicolás de Piérola 961 (Plaza San Martín)
Centro Histórico de Lima



sábado 16 de octubre

12:00 p.m. Primera lectura
Danitza Fuentelzar (Iquique)
Erick Sarmiento (Cañete)
Marina Ruiz (Cuernavaca)
Gladys Gonzales (Santiago de Chile)
Diego Lazarte (Lima)
Wilver Moreno (Lima)
Denisse Vega (La Libertad)
Performance sonora
Daniel Otoya (Lima)


3:00 p.m. Segunda lectura
José Córdova (La Libertad)
Luis Alberto Bravo (Guayas)
Feli Dávalos (Ciudad de México)
César Castillo (La Libertad)
Salomón Valderrama (La Libertad)
Raúl Heraud (Lima)
4:00 p.m. Muestra de trabajos y conversatorio: “Poesía y nuevos soportes”
Karen Bernedo (Lima)
Luis Alvarado (Lima)
Christians Luna (Lima)
José Antonio Villarán (Lima)
Carlos Estela (Callao)
Janine Soenens (Lima)
Modera: Giancarlo Huapaya (Lima)

Lugar: Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Auditorio de la Facultad de Letras
Av. Universitaria con Av. Germán Amézaga s/n
Cercado de Lima


••
8:00 p.m. Tercera lectura
Virna Texeira (Sao Paulo)
John Martínez (Lima)
Diego Ramírez (Santiago de Chile)
Enrique León (Lima)
Tilsa Otta (Lima)
Vanessa Martínez (La Libertad)
Alessandra Tenorio (Lima)
Karina Valcárcel (Lima)
Rafael García-Godos (Lima)
Performance
Atelier de la Carne (Lima)

Lugar: Casa Galería El Tábano
Av. Bolognesi 720. Barranco



jueves, 7 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa: "La literatura es fuego"

En 1967, Mario Vargas Llosa ganó el prestigioso "Premio Rómulo Gallegos", distinción que han obtenido igualmente otros estupendos escritores como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Roberto Bolaño y Enrique Vila-Matas.

Eran otros tiempos, otros fervores, otras emociones, pero lo esencial no cambia: la perseverancia y la pasión por la literatura han sido, son y serán los puntos en los que se apoya la presencia vasta y numerosa de Vargas Llosa.

De lo que dijo entonces en su discurso al recibir el premio, permanece impecable su visión de la literatura.


Texto del discurso de Mario Vargas Llosa al recibir el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos el 4 de agosto de 1967 en Caracas
Hace aproximadamente treinta años, un joven que había leído con fervor los primeros escritos de Bretón, moría en las sierras de Castilla, en un hospital de caridad, enloquecido de furor. Dejaba en el mundo una camisa colorada y "Cinco metros de poemas" de una delicadeza visionaria singular. Tenía un nombre sonoro y cortesano, de virrey, pero su vida había sido tenazmente oscura, tercamente infeliz. En Lima fue un provinciano hambriento y soñador que vivía en el barrio del Mercado, en una cueva sin luz, y cuando viajaba a Europa, en Centroamérica, nadie sabe por qué, había sido desembarcado, encarcelado, torturado, convertido en una ruina febril. Luego de muerto, su infortunio pertinaz, en lugar de cesar, alcanzaría una apoteosis: los cañones de la guerra civil española borraron su tumba de la tierra, y, en todos estos años, el tiempo ha ido borrando su recuerdo en la memoria de las gentes que tuvieron la suerte de conocerlo y de leerlo. No me extrañaría que las alimañas hayan dado cuenta de los ejemplares de su único libro, encerrado en bibliotecas que nadie visita, y que sus poemas, que ya nadie lee, terminen muy pronto trasmutados en humo, en viento, en nada, como la insolente camisa colorada que compró para morir. Y, sin embargo, este compatriota mío había sido un hechicero consumado, un brujo de la palabra, un osado arquitecto de imágenes, un fulgurante explotador del sueño, un creador cabal y empecinado que tuvo la lucidez, la locura necesarias para asumir su vocación de escritor como hay que hacerlo como una diaria y furiosa inmolación.

Convoco aquí, esta noche, su furtiva silueta nocturna, para aguar mi propia fiesta, esta fiesta que han hecho posible, conjugados, la generosidad venezolana y el nombre ilustre de Rómulo Gallegos, porque la atribución a una novela mía del magnifico premio creado por el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes como estímulo y desafío a los novelistas de lengua española y como homenaje a un gran creador americano, no sólo me llena de reconocimiento hacia Venezuela; también, y sobre todo, aumenta mi responsabilidad de escritor. Y el escritor, ya lo saben ustedes, es el eterno aguafiestas.

El fantasma silencioso de Oquendo de Amat, instalado aquí, a mi lado, debe hacernos recordar a todos -pero en especial a este peruano que ustedes arrebataron a su refugio del Valle del Canguro, en Londres, y trajeron a Caracas, y abrumaron de amistad y de honores- el destino sombrío que ha sido, que es todavía en tantos casos, el de los creadores en América Latina. Es verdad que no todos nuestros escritores han sido probados al extremo de Oquendo de Amat; algunos consiguieron vencer la hostilidad, la indiferencia, el menosprecio de nuestros países por la literatura, y escribieron, publicaron y hasta fueron leídos. Es verdad que no todos pudieron ser matados de hambre, de olvido o de ridículo. Pero estos afortunados constituyen la excepción. Como regla general, el escritor latinoamericano ha vivido y escrito en condiciones excepcionalmente difíciles, porque nuestras sociedades habían montado un frío, casi perfecto mecanismo para desalentar y matar en él la vocación. Esa vocación, además de hermosa, es absorbente y tiránica, y reclama de sus adeptos una entrega total. ¿Cómo hubieran podido hacer de la literatura un destino excluyente, una militancia, quienes vivían rodeados de gentes que, en su mayoría, no sabían leer o no podían comprar libros, y en su minoría, no les daba la gana de leer? Sin editores, sin lectores, sin un ambiente cultural que lo azuzara y exigiera, el escritor latinoamericano ha sido un hombre que libraba batallas sabiendo desde un principio que sería vencido. Su vocación no era admirada por la sociedad, apenas tolerada; no le daba de vivir, hacía de él un productor disminuido y ad-honorem. El escritor en nuestras tierras ha debido desdoblarse, separar su vocación de su acción diaria, multiplicarse en mil oficios que lo privaban del tiempo necesario para escribir y que a menudo repugnaban a su conciencia, y a sus convicciones. Porque, además de no dar sitio en su seno a la literatura, nuestras sociedades han alentado una desconfianza constante por este ser marginal, un tanto anónimo que se empeñaba, contra toda razón, en ejercer un oficio que en la circunstancia latinoamericana resultaba casi irreal. Por eso nuestros escritores se han frustrado por docenas, y han desertado su vocación, o la han traicionado, sirviéndola a medias y a escondidas, sin porfía y sin rigor.

Pero es cierto que en los últimos años las cosas empiezan a cambiar. Lentamente se insinúa en nuestros países un clima más hospitalario para la literatura. Los círculos de lectores comienzan a crecer, las burguesías descubren que los libros importan, que los escritores son algo más que locos benignos, que ellos tienen una función que cumplir entre los hombres. Pero entonces, a medida que comience a hacerse justicia el escritor latinoamericano, o más bien, a medida que comience a rectificarse la injusticia que ha pesado sobre él, una amenaza puede surgir, un peligro endiabladamente sutil. Las mismas sociedades que exilaron y rechazaron al escritor, pueden pensar ahora que conviene asimilarlo, integrarlo, conferirle una especie de estatuto oficial. Es preciso, por eso, recordar a nuestras sociedades lo que les espera. Advertirles que la literatura es fuego, que ella significa inconformismo y rebelión, que la razón del ser del escritor es la protesta, la contradicción y la crítica. Explicarles que no hay término medio: que la sociedad suprime para siempre esa facultad humana que es la creación artística y elimina de una vez por todas a ese perturbador social que es el escritor o admite la literatura en su seno y en ese caso no tiene más remedio que aceptar un perpetuo torrente de agresiones, de ironías, de sátiras, que irán de lo adjetivo a lo esencial, de lo pasajero a lo permanente, del vértice a la base de la pirámide social. Las cosas son así y no hay escapatoria: el escritor ha sido, es y seguirá siendo un descontento. Nadie que esté satisfecho es capaz de escribir, nadie que esté de acuerdo, reconciliado con la realidad, cometería el ambicioso desatino de inventar realidades verbales. La vocación literaria nace del desacuerdo de un hombre con el mundo, de la intuición de deficiencias, vacíos y escorias a su alrededor. La literatura es una forma de insurrección permanente y ella no admite las camisas de fuerza. Todas las tentativas destinadas a doblegar su naturaleza airada, díscola, fracasarán. La literatura puede morir pero no será nunca conformista.

Sólo si cumple esta condición es útil la literatura a la sociedad. Ella contribuye al perfeccionamiento humano impidiendo el marasmo espiritual, la autosatisfacción, el inmovilismo, la parálisis humana, el reblandecimiento intelectual o moral. Su misión es agitar, inquietar, alarmar, mantener a los hombres en una constante insatisfacción de sí mismos: su función es estimular sin tregua la voluntad de cambio y de mejora, aun cuando para ello daba emplear las armas más hirientes y nocivas. Es preciso que todos lo comprendan de una vez: mientras más duros y terribles sean los escritos de un autor contra su país, más intensa será la pasión que lo una a él. Porque en el dominio de la literatura, la violencia es una prueba de amor.

La realidad americana, claro está, ofrece al escritor un verdadero festín de razones para ser un insumiso y vivir descontento. Sociedades donde la injusticia es ley, paraíso de ignorancia, de explotación, de desigualdades cegadoras de miseria, de condenación económica cultural y moral, nuestras tierras tumultuosas nos suministran materiales suntuosos, ejemplares, para mostrar en ficciones, de manera directa o indirecta, a través de hechos, sueños, testimonios, alegorías, pesadillas o visiones, que la realidad está mal hecha, que la vida debe cambiar. Pero dentro de diez, veinte o cincuenta años habrá llegado, a todos nuestros países como ahora a Cuba la hora de la justicia social y América Latina entera se habrá emancipado del imperio que la saquea, de las castas que la explotan, de las fuerzas que hoy la ofenden y reprimen. Yo quiero que esa hora llegue cuanto antes y que América Latina ingrese de una vez por todas en la dignidad y en la vida moderna, que el socialismo nos libere de nuestro anacronismo y nuestro horror. Pero cuando las injusticias sociales desaparezcan, de ningún modo habrá llegado para el escritor la hora del consentimiento, la subordinación o la complicidad oficial. Su misión seguirá, deberá seguir siendo la misma; cualquier transigencia en este dominio constituye, de parte del escritor, una traición. Dentro de la nueva sociedad, y por el camino que nos precipiten nuestros fantasmas y demonios personales, tendremos que seguir, como ayer, como ahora, diciendo no, rebelándonos, exigiendo que se reconozca nuestro derecho a disentir, mostrando, de esa manera viviente y mágica como sólo la literatura puede hacerlo, que el dogma, la censura, la arbitrariedad son también enemigos mortales del progreso y de la dignidad humana, afirmando que la vida no es simple ni cabe en esquemas, que el camino de la verdad no siempre es liso y recto, sino a menudo tortuoso y abrupto, demostrando con nuestros libros una y otra vez la esencial complejidad y diversidad del mundo y la ambigüedad contradictoria de los hechos humanos. Como ayer, como ahora, si amamos nuestra vocación, tendremos que seguir librando las treinta y dos guerras del coronel Aureliano Buendía, aunque, como a él, nos derroten en todas.

Nuestra vocación ha hecho de nosotros, los escritores, los profesionales del descontento, los perturbadores conscientes o inconscientes de la sociedad, los rebeldes con causa, los insurrectos irredentos del mundo, los insoportables abogados del diablo. No sé si está bien o si está mal, sólo sé que es así. Esta es la condición del escritor y debemos reivindicarla tal como es. En estos años en que comienza a descubrir, aceptar y auspiciar la literatura, América Latina debe saber, también, la amenaza que se cierne sobre ella, el duro precio que tendrá que pagar por la cultura. Nuestras sociedades deben estar alertadas: rechazado o aceptado, perseguido o premiado, el escritor que merezca este nombre seguirá arrojándoles a los hombres el espectáculo no siempre grato de sus miserias y tormentos.

Otorgándome este premio que agradezco profundamente, y que he aceptado porque estimo que no exige de mí ni la más leve sombra de compromiso ideológico, político o estético, y que otros escritores latinoamericanos con más obra y más méritos que yo, hubieron debido recibir en mi lugar -pienso en el gran Onetti, por ejemplo, a quien América Latina no ha dado aún el reconocimiento que merece- demostrándome desde que pisé esta ciudad enlutada tanto afecto, tanta cordialidad. Venezuela ha hecho de mí un abrumado deudor. La única manera como puedo pagar esa deuda es siendo, en la medida de mis fuerzas, más fiel, más leal, a esta vocación de escritor que nunca sospeché me depararía una satisfacción tan grande como la de hoy.




Mario Vargas Llosa gana Premio Nobel de Literatura

Se trata del primer escritor en lengua española que ha ganado el premio en las dos últimas décadas, después de Octavio Paz. El autor se ha mostrado "conmovido y emocionado" al recibir la noticia, informan  Vanguardia. es y numerosos medios del mundo. Aquí el artículo.


"Estocolmo. (Agencias).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa es el ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, según anunció hoy la Academia Sueca.

La noticia ha sido una gran sorpresa porque no entraba en las principales quinielas a pesar de que el autor es uno de los eternos aspirantes al galardón. Se trata del primer escritor en lengua española que ha ganado el premio en las dos últimas decadas. El último que lo hizo fue el mexicano Octavio Paz, en 1990.

El Nobel de Literatura está dotado con diez millones de coronas (cerca de 1,5 millones de dólares) y será entregado el próximo 10 de diciembre, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.

Entre sus novelas destacan comedias, novelas policiacas, novelas históricas y políticas. Varias de ellas, como "Pantaleón y las visitadoras" (1973) y "La tía Julia y el escribidor" (1977), han sido adaptadas y llevadas al cine.

Vargas Llosa ha sido políticamente activo a lo largo de su carrera. Fue candidato a la presidencia del Perú en 1990 por el partido de centro-derecha Frente Democrático (FREDEMO).

El escritor publicará su nueva novela "El sueño del celta" el 3 de noviembre.

"Conmovido y emocionado"

El escritor peruano Mario Vargas Llosa declaró estar "muy conmovido y emocionado" tras conocer la noticia de que fue distinguido hoy con el Premio Nobel de Literatura. El presidente del jurado de la Academia Sueca, Peter Englund, leyó las palabras del autor tras anunciar el premio.

Vargas Llosa se encuentra actualmente en Nueva York, donde imparte clases en la Universidad de Princeton. "Se levantó a las 05:00 horas para prepararse una clase. Cuando lo llamamos, a las 06:45 horas, ya estaba trabajando concienzudamente", añadió Englund.

Vargas Llosa anunció que acudirá a recibir el premio a Estocolmo el 10 de diciembre.

¿Por qué es polémico Mario Vargas Llosa?
El escritor peruano, de 74 años, ha sido reconocido con el premio para el que fue eterno candidato año tras año desde la década de 1980, pero que siempre se le había escapado, al punto que muchos creyeron que ya jamás lo lograría.

Paradójicamente, el Nobel le llegó a Vargas Llosa cuando ya su presencia en la lista de candidatos parecía rutinaria y marginal, pese a que sigue en pleno vigor intelectual y a que mantiene esa producción entusiasta en la que parece abarcar todos los géneros.

El rumor mundialmente extendido, aunque por lógicas razones nunca confirmado, es que al peruano no se le negaba el Nobel por falta de méritos literarios, sino por la controversia que genera su credo entusiasta, ortodoxa y militantemente liberal.

El escritor nacido en la ciudad andina de Arequipa en una familia de clase media es un liberal sin titubeos. La diplomacia intelectual no va con él y no suele ahorrar adjetivos cuando de atacar o elogiar se trata.

En 1990 quiso llevar toda esa teoría a la práctica y fue candidato por la derecha a la presidencia de Perú, pero todo terminó con una aparatosa derrota en las urnas.

Pero no siempre fue así: Por la década de 1950, el entonces futuro autor de "La casa verde", "Conversación en la catedral" o "La fiesta del chivo", era izquierdista. Quienes lo conocen de entonces, dicen que más que marxista era un liberal radical, en el sentido revolucionario y progresista de esos años.

Lo cierto es que incluso fue miembro de una célula clandestina del Partido Comunista y que admiró y defendió la Revolución Cubana como prácticamente toda la intelectualidad latinoamericana de esas épocas.

La ruptura se produjo en la década de 1970. En medio del despegue del "boom", dejó atrás "todo lo que significa dogma y exclusivismo ideológico". Criticó a Cuba, consideró al socialismo enemigo de la libertad y abrió su mente a ideas liberales de derecha.

Los amigos se alejaron y de la época data el derechazo a la mandíbula que lo enemistó por siempre con el colombiano Gabriel García Márquez, quien lo antecedió en 28 años en el Nobel.

Tras la derrota electoral de 1990, Vargas Llosa fue un furibundo opositor del régimen autoritario de Alberto Fujimori. Fue una etapa en que se le persiguió y en la que adoptó una segunda nacionalidad, la española, una marca en la traumática relación de casi amor-odio que ha tenido por momentos con su país natal.

"La política es muy ingrata, suele sacar lo peor de las gentes a luz y eso lo comprobé justamente en los años que estuve embarcado en una aventura política. Fui objeto de muchos ataques, de campañas que eran terriblemente injustas", recordó años después Vargas Llosa, quien, alejado de las plazas, sigue sin embargo empuñando la pluma contra "caudillos bárbaros" como Hugo Chávez y Evo Morales.

El Nobel ayuda a consolidar el nombre de quien en 1963 recordó sus años en el colegio militar de Lima y escribió una ópera prima, "La ciudad y los perros", primera piedra de una carrera que ya se había comenzado a perfilar en el periodismo ejercido desde la adolescencia.

Vargas Llosa está casado en segundas nupcias con su prima Patricia Llosa (la primera boda fue con su tía Julia Urquidi, amor plasmado en "La tía Julia y el escribidor") y tiene tres hijos.

Intelectual "puro", amante del teatro, del cine y de los clásicos, la razón queda sin embargo de lado si se trata de querer a su equipo de fútbol, el Universitario de Lima. Ganador de premios como el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Planeta o el Rómulo Gallegos, y doctor Honoris Causa de universidades americanas, asiáticas y europeas, en su vitrina faltaba sin embargo el Nobel que ahora tendrá.



"III Festival Internacional de Cómic. Mundo Viñeta"



El escritor Joel Anicama nos hace llegar información sobre el "III Festival Internacional de Cómic. Mundo Viñeta", organizado por el Instituto Confucio PUCP. Este evento tendrá lugar del 18 al 23 de de octubre próximos, en Jardín de la Cafetería de Arte - Campus PUCP. Av. Universitaria 1801, San Miguel. Las visitas serán de 9 de la mañana a ocho de la noche.

El "III Festival Internacional Mundo-Viñeta" es un esfuerzo por acercar el cómic europeo y asiático al público peruano y promover el intercambio entre los artistas locales e invitados. Desde su inicio, esta iniciativa ha reunido a las más reconocidas instituciones culturales del medio local como el Centro Cultural de España de Lima, la Alianza Francesa de Lima y la Embajada de Francia, la Embajada de Suiza, Nagra Sociedad de la Historieta , el Goethe-Institut Lima y la Asociación Peruano Japonesa


Para esta tercera edición, se ha incluido a China como país participante y, bajo este contexto, se cuenta con la presencia del Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica del Perú, señala la nota de prensa.

Como muestra del festival les presentamos "¿A dónde?", exposición de obras del artista chino: Benjamin, quien estudió diseño de modas en la Universidad Polictécnica de Dalian . Después de graduarse, se mudó a Beijing y posteriormente a Tianjin donde escribió su primera obra corta de historietas titulada \"Policía SENA\".

Según señala el Instituto Confucio, Benjamin es considerado actualmente uno de los más importantes exponentes del Manhua, por lo que se ha hecho acrededor al \"León Dorado\" en la categoría de mejor historieta en el Original Animation & Comic Competition.

La exposición acerca de Benjamín tendrá como doble referente la ciudad y la juventud, temas ambos que han centrado la preocupación del artista desde sus primeras obras y que indican claramente su compromiso emocional y vital con la juventud urbana de la china  contemporánea, que él mismo representa, y su constante lucha por adaptarse a las nuevas condiciones y conflictos aparecidos como consecuencia del abrupto progreso económico de la China en los últimos años y que tiene como escenario natural el sofocante y siempre cambiante universo urbano de las grandes ciudades chinas.



Mayor información en el Facebook del Instituto Confucio PUCP. El ingreso es libre.





"Un par de vueltas por la realidad - Primer Festival Latinoamericano de Poesía en Lima"


Tomo este afiche de Sol Negro, el blog del poeta y amigo Paul Guillén, para anunciar la realización de "Un par de vueltas por la realidad - Primer Festival Latinoamericano de Poesía", que tendrá lugar del 12 al 16 de octubre en Lima, Perú.




miércoles, 6 de octubre de 2010

Reconocimiento póstumo a poeta José María Millares



En un artículo aparecido en El País el periodista J. Rodríguez Marcos, habla sobre el reciente reconocimiento literario póstumo a José María Millares ( (Las Palmas de Gran Canaria 1921-2009. Dice lo siguiente:

"A veces la justicia poética es tan lenta como la otra justicia. Pero, también como la otra, termina llegando. José María Millares Sall murió en septiembre del año pasado a los 88 años y ayer recibió el Premio Nacional de Poesía por el libro Cuadernos. 2000-2009, editado por Calambur, el mismo sello que publicó el título ganador del año pasado, La casa roja, del leonés Juan Carlos Mestre.

No es la primera vez que el galardón del Ministerio de Cultura, dotado con 20.000 euros, se concede póstumamente. Sucedió ya con Vicente Gaos, Joan Vinyoli, Basilio Fernández López y José Ángel Valente, que en vida también lo había recibido.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1921, Millares Sall desarrolló en los últimos años de su vida una actividad frenética que volcó en cientos de cuadernos a los que llamaba Celdas. De allí salieron los poemas recogidos en el libro premiado, cuya publicación coincidió con la aparición de más inéditos, los recogidos en Esa luz que nos quema (Barataria).

Anarquía, esperpento, onirismo y surrealismo son algunas de las palabras que el propio Millares utilizó para definir su poesía, aunque, según él mismo, la más precisa era existencial.

Millares se estrenó editorialmente en 1949 con Liverpool, un libro publicado en la colección de la revista Planas de poesía, fundada por él mismo en colaboración con sus hermanos Manuel, el célebre pintor informalista, y Agustín, también poeta. En sus 18 números y antes de ser cerrada por "decisión gubernativa", la revista promovió un diálogo con las artes a través de la colaboración de autores como Juan E. Cirlot o Rafael Santos Torroella y llegó a publicar el poema Crucifixión, de Federico García Lorca, cuando era inédito.

Lorca y Aleixandre eran dos referentes básicos para los Millares, que también se acercaron, si bien de manera muy personal, a la corriente dominante de la época: la poesía social. Agustín fue, de hecho, incluido en la histórica antología preparada por Leopoldo de Luis.

"Un poeta, amigos míos, es un hombre como vosotros / Y como vosotros sueña en un mundo igual, / Tierno como una legumbre en nuestras bocas", decían unos versos de aquel libro inaugural, Liverpool, que trató de elevar la crítica política con unas gotas de irracionalismo.

Después de pasar largas temporadas, duraban años, entre Madrid y Las Palmas, Millares volvió definitivamente a su ciudad en los años ochenta. Desde entonces no paró de escribir. ¿Cómo? "Como quería, o como me daba la gana, sin pensar si lo que hacía era o no del gusto del lector", dijo. Y también: "A veces pienso que escribo para una generación que aún no ha nacido, y para otros que todavía tendrán que aprender a leer poesía". Un año después de su muerte, los lectores parecen haber llegado al futuro."


LIVERPOOL (Fragmento)



Sobre vuestros curtidos rostros de paloma endurecida,
sobre vuestras sonrisas de sal y vino agrio, ya sobre los duros cristales de la niebla,
está mi alma, están mis ojos, amigos,
y sobre el último dolor de la tierra,
y sobre el último dolor de mis manos, tanteando el duro cemento de una puerta vacía,
y sobre la última agonía de las aguas está flotando mi corazón, señores, mi corazón.
Por favor, abridme paso, dejadme cruzar este túnel de plomo,
que quiero ser el primero en llegar con mi sangre a los muelles de Liverpool.
Amigos, vosotros que os perfiláis como aletas de pescado
sobre las últimas esquinas de los buques;
vosotros que de cada rincón saltáis de una bodega a otra
como sapos de azufre ardiendo, como tristes pezuñas de lagarto,
para husmear el rojo carbón de las calderas,
para darle vida al hierro como al alba le dais su fruto,
para darle aliento al agua que se aleja para siempre de la tierra,
del polvo que tanto amáis tras unos ojos,
decidme que puedo soñar en vuestros rostros de ceniza
y en vuestras sucias calles de alquitrán, y en vuestros hogares de nata corrompida,
y echar la raíz de mi sangre como un ancla sobre vuestras jurisdicciones marítimas,
porque además de ser un hombre como vosotros, soy un poeta,
y un poeta es un corazón más sobre la niebla del mundo.
Por favor, abridme paso, que quiero ser el primero en saludar con mi sangre vuestras sonrisas de azufre,
vuestras mujeres de estopa. Por favor, abridme paso.

(De Liverpool, 1949)

Foto 1 de Blog Desde el acantilado http://desdeelacantilado.blogspot.com/2010/03/un-poema-de-jose-maria-millares-sall.html